La Iglesia Católica había quedado maltrecha en 2013 luego de que el papa emérito Benedicto XVI renunció, siendo éste el primero en hacerlo en 600 años, en medio de escándalos de abusos sexuales, mala gestión y concentrada entre conservadores y progresistas.
El primer papa alemán en mil años murió este 31 de diciembre a los 95 años. Tenía buenas relaciones con su sucesor, el papa Francisco, pero su presencia siguió al interior del Vaticano tras su renuncia que profundizó diferencias ideológicas en la iglesia.
Los conservadores, preocupados por decisiones progresistas de Francisco, vieron a Benedicto como el guardián de la tradición. En diversas ocasiones tuvo que decirle a admiradores nostálgicos mediante visitantes: “Hay un papa, y es Francisco”.
Benedicto XVI, profesor de piano y un teólogo formidable, admitió que era un líder con debilidades que presentó dificultades para imponerse a la opaca burocracia vaticana y que cayó de crisis en crisis durante su pontificado de ocho años.
Por lo anterior, Benedicto se disculpó repetidas veces por las deficientes políticas de la Iglesia ante los abusos sexuales de niños por parte de integrantes del clero, y a pesar de que fue el primer papa en tomar medidas serias, sus esfuerzos no consiguieron parar la veloz baja de la feligresía en Occidente, sobre todo en Europa.
Fue en 2022 cuando un informe independiente en Alemania alegó que Benedicto XVI no tomó medidas en cuatro casos de abuso cuando fue arzobispo de Munich, entre 1977 y 1982. Hecho por el cual, el emérito aceptó en una emotiva carta personal que hubo errores y solicitó perdón. Sus abogados dijeron que él no era el culpable directo.
Benedicto será recordado por conmocionar al mundo el 11 de febrero de 2013, cuando informó en latón que renunciaba y les dijo a los cardenales que era muy viejo y frágil para encabezar una institución con más de mil 300 millones de integrantes.
- Internacional
“Hubo momentos de alegría y luz, pero también momentos que no fueron fáciles (....) cuando el mar estaba embravecido y el viento soplaba contra nosotros y parecía que el Señor dormía”, explicó Benedicto en su última audiencia general, en frente de más de 150 mil personas.
El 28 de febrero de 2013, la sede de San Pedro fue declarada vacante, cuando Benedicto se instaló en el retiro papal de verano en Castelgandolfo, al sur de Roma, cuando cardenales de todas partes se reunían en el Vaticano para escoger al siguiente pontífice.
AA