Un avión de combate estadunidense F-22 derribó sobre Alaska un objeto a gran altura del tamaño de un automóvil pequeño, por orden del presidente Joe Biden, menos de una semana después de que el ejército derribara un globo chino que había sobrevolado Estados Unidos.
Biden ordenó el derribo, efectuado con misil Sidewinder y que fue anunciado desde la Casa Blanca, una rara participación a nivel presidencial dadas las versiones iniciales que sugerían que el blanco no representaba una amenaza militar y era bastante rudimentario.
Hace seis días, otro F-22 estadounidense derribó lo que Washington catalogó como un globo de vigilancia chino frente a la costa de Carolina del Sur, después que este realizara un viaje de una semana a través del país y partes de Canadá.
El incidente desencadenó una crisis diplomática entre las dos economías más grandes del mundo y provocó que el secretario de Estado de estadounidense, Antony Blinken, cancelara un viaje planeado a Pekín.
El Pentágono y la Casa Blanca se negaron a dar una descripción detallada del último objeto derribado y solo señalaron que era mucho más pequeño que el globo chino. El Pentágono detalló que volaba a unos 12.190 metros de altura, lo que representa un riesgo para el tráfico aéreo civil.
"No sabemos a quién pertenece este objeto", dijo el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby. El funcionario afirmó que el objeto cayó en el extremo noreste de Alaska, cerca de la frontera con Canadá y que la evaluación de pilotos estadounidenses fue que no había humanos a bordo.
Sobre la orden de Biden, el general de brigada Patrick Ryder, secretario de prensa del Pentágono, explicó que el comandante militar estadounidense que supervisa el espacio aéreo de América del Norte tenía la autoridad para derribar objetos que significan un riesgo militar o para los ciudadanos.
"En este caso particular, se determinó que esto representaba una amenaza razonable para el tráfico aéreo", aclaró.
PGG