El presidente estadounidense Joe Biden y su esposa Jill Biden visitaron este 29 de mayo la región de Uvalde, Texas tras el tiroteo suscitado en la primaria Robb donde murieron 21 personas, entre ellas, 19 eran niños.
Después de conocer algunos testimonios de los menores que sobrevivieron al ataque, el presidente de Estados Unidos instó a actuar para prevenir futuras masacres en un país donde los esfuerzos para endurecer las regulaciones de armas de fuego han fracasado repetidamente.
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"No se puede hacer que los dramas sean ilegales, lo sé. Pero se puede hacer que Estados Unidos sea más seguro", expresó Joe Biden en un discurso el sábado, lamentando que "tantas personas inocentes hayan muerto".
"Así que hago un llamado a todos los estadounidenses en este momento para que se unan y hagan oír sus voces y trabajen juntos para hacer de esta nación lo que puede y debe ser", dijo el presidente.
Mientras trascendían inquietantes relatos de niños que sobrevivieron a la matanza del martes, cuando Salvador Ramos, de 18 años, abrió fuego con un rifle semiautomático.
Ramos ingresó a un aula, cerró la puerta y se dirigió a los niños: "Van a morir todos" afirmó antes de abrir fuego, así lo relató un sobreviviente, Samuel Salinas de 10 años, al canal ABC.
La policía admitió haber tomado una decisión errónea al demorar su ingreso al centro educativo tras ser alertada del tiroteo.
Ya que tardó aproximadamente una hora en poner fin a la masacre, a pesar de las varias llamadas de niños que pedían una intervención. Los 19 agentes que se encontraban en el lugar esperaban la llegada de una unidad especializada.
Incluso los sobrevivientes del ataque dijeron haber realizado llamadas susurradas y suplicantes al 911. Algunos se hicieron los muertos para evitar llamar la atención del tirador, así lo explicó Daniel, uno de los sobrevivientes del fatal tiroteo en la primaria Robb.
MRG