SAN SALVADOR.- El bitcoin se convirtió en una moneda de curso legal en El Salvador, hecho que el presidente Nayib Bukele catalogó como un paso histórico hacia la inclusión financiera y el crecimiento económico para la nación centroamericana.
La legislatura del país, que controla Bukele, aprobó el proyecto de ley con 62 de 84 votos posibles.
“¡Historia!”, escribió en Twitter el autoritario presidente de 39 años. Los empresarios de bitcoin estaban encantados con la decisión en un país donde 70 por ciento de los salvadoreños no tiene acceso a los servicios financieros tradicionales.
Los analistas fueron cautelosos dada la volatilidad de la criptomoneda, y algunos dijeron que incluso puede poner en riesgo un programa pendiente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Esto se siente como una mala idea… en efecto, El Salvador tendrá dos regímenes monetarios operando en el país con control sobre ninguno de ellos”, indicó Bipan Rai, analista cambiario de CIBC.
La ley señaló que “para promover el crecimiento económico de la nación es necesario autorizar la circulación de una moneda digital cuyo valor responda exclusivamente a criterios de libre mercado, a fin de incrementar la riqueza nacional en beneficio del mayor número de habitantes”.
Según la ley, la moneda digital se puede utilizar para compras o pagos de impuestos, y los intercambios de bitcóines no estarán sujetos al impuesto sobre las ganancias de capital.
Algunos países pobres presentan a las criptomonedas como una forma de poner fin a la dependencia del dólar, que El Salvador convirtió en moneda de curso legal en el año 2000.
“Tiene inconvenientes”, dijo Hugo Renaudin, un emprendedor de criptomonedas.
“Desde una perspectiva monetaria, depende de otra moneda… y las comisiones de transacción son muy caras para compras pequeñas, por lo que es posible que no pueda comprar un café con bitcóin —las comisiones serán más altas que el café— pero sí podré comprar un departamento”. El bitcóin cotizaba a 34 mil 300 dólares, 50 por ciento menos que el punto máximo de abril. Los salvadoreños dependen en gran medida de las remesas.
Los pagos de miembros de la familia en Estados Unidos representan una quinta parte del producto interno bruto, según el Banco Mundial.
El bitcoin puede volver más barato ese proceso, dijo Juan Pablo Thieriot, director ejecutivo de Uphold, una plataforma de servicios financieros que permite los pagos y el comercio con la criptovidisa o en otras monedas e instrumentos.
“Cualquier país que apoye bitcóin como moneda de curso legal tendrá mercados de intercambio en cada rincón para que puedas entrar con bitcóin en tu teléfono, escanear un código QR y salir con dólares”, agregó.
Thieriot señaló que “los comerciantes harán lo mismo”, y que la cadena Burger King ya ofrecía pagos con bitcóines en Venezuela, cuya moneda, el bolívar, quedó devastada por la crisis económica.
Venezuela en 2018 dio a conocer planes para una criptomoneda respaldada por el petróleo, el petro, en un intento de eludir las sanciones de EU, pero ha sido un fracaso.
Siobhan Morden, directora de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont Securities, explicó que estaba en consonancia con la “tendencia de Bukele de anuncios llamativos e inesperados que parecen contradecir o al menos cuestionar el plan del equipo económico”.
“Los planes para bitcóin bajo un régimen cada vez más autocrático quizá solo agraven las preocupaciones sobre la corrupción, el lavado de dinero y la independencia de las agencias reguladoras”, escribió Morden en una nota a los clientes.
El gobierno establecerá un fideicomiso en el Banco de Desarrollo de El Salvador para permitir la conversión automática de bitcóines a dólares. La ley entrará en vigor 90 días después de su publicación en el Diario Oficial.
“La entrada de bitcoines será equivalente a un aumento en la oferta monetaria del país, lo que impulsará temporalmente la actividad económica de El Salvador, pero también presionará más la inflación y con eso subirán las tasas de interés”, dijo Gabriela Siller, jefa de análisis económico de Banco Base en México.
La falta de un bitcóin físico también aumentó la perspectiva de un mercado negro, con precios locales por debajo de los niveles internacionales o diferentes tasas de interés para préstamos en bitcóin.
Se esperaba que el impacto de la medida en El Salvador fuera pequeño, dado el tamaño de su economía; sin embargo, “si esto tiene éxito, los otros grandes mercados de remesas, incluido México, estarán muy interesados”, dijo Nicholas Cawley, de DailyFX, un sitio web de investigación y noticias económicas.
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