BOLIVIA.- El gobierno boliviano entregó hoy al italiano Cesare Battisti, acusado de terrorismo en su país, a efectivos de Interpol Italia en el Aeropuerto Internacional de Viru Viru, en el departamento de Santa Cruz, bajo la figura de "salida obligatoria" del territorio.
En declaraciones al portal noticioso El Deber, el ministro boliviano de Gobierno, Carlos Romero, dijo que el traslado de Battisti no se realizó bajo la figura de extradición, sino como una "salida obligatoria", debido a que el italiano ingresó de manera irregular a Bolivia.
Romero precisó que ninguna autoridad boliviana viajará en la aeronave que volará de forma directa a Italia.
"En aplicación de la Ley 370 de Migración, se emitió la resolución con la que se dispone su salida obligatoria de Bolivia por su condición ilegal", dijo el funcionario.
Tras una espera de tres horas en el aeropuerto de Viru Viru, donde se encontraban el embajador italiano Plácido Vigo, el representante de la defensoría del Pueblo en Santa Cruz, Jorge Paz y autoridades de Interpol, el avión despegó a las 17:00 horas y se prevé que llegue a Roma, cerca de las 14:00 hora local de este lunes.
De acuerdo con lo previsto, la aeronave sería recibida por el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, añadió El Deber.
Battisti fue integrante del grupo armado Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), brazo de las Brigadas Rojas, y fue condenado a cadena perpetua acusado de cuatro homicidios registrados entre 1977 y 1979, que él niega haber cometido.
El arresto de Battisti puso fin a su condición de prófugo desde diciembre pasado, después de que la Corte Suprema brasileña ordenara su arresto el 13 de ese mes para proceder a su extradición al país europeo, y el entonces presidente Michel Temer firmara el decreto correspondiente.
La noticia de la captura de Battisti fue celebrada por la clase política italiana, comenzando por el ministro Salvini, quien agradeció al nuevo presidente brasileño Jair Bolsonaro la colaboración, así como a las autoridades bolivianas.
Battisti es "un delincuente que no merece una cómoda vida en la playa, sino acabar sus días en la cárcel", dijo el ministro italiano.
"Mi primer pensamiento va a los familiares de las víctimas de este asesino, que durante demasiado tiempo gozó una vida que vilmente quitó a otros, protegido por la izquierda de medio mundo", indicó.
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