Tras casi una semana de una huelga opositora, el gobierno boliviano suspendió las exportaciones de seis alimentos a partir del 27 de octubre para evitar un posible desabastecimiento.
Las autoridades decidieron la noche del miércoles suspender temporalmente la exportación de soya, torta de soya, harina integral de soya, azúcar, aceite y carne de res porque existe un riesgo de desabastecimiento e incremento de los precios de la canasta familiar, detalló en conferencia de prensa el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca.
Los principales compradores de derivados de soya bolivianos son Colombia, Perú, Ecuador y Chile, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de la carne bovina, se trata de China, Perú y Ecuador.
La región de Santa Cruz, motor económico del país y bastión de la oposición, mantiene una huelga indefinida contra el Gobierno del izquierdista Luis Arce para exigir un censo que actualice su representación legislativa y la cantidad de fondos estatales que recibe.
Huanca responsabilizó al gobernador de Santa Cruz, el derechista Luis Fernando Camacho, y a líderes sociales y empresariales que encabezan las protestas de las consecuencias de la paralización del sector productivo y de atentar contra la seguridad alimentaria.
Sin embargo, la ley boliviana solo permite exportar el excedente de la producción de alimentos necesaria para abastecer al mercado local.
El jefe de la bancada de diputados del partido opositor Comunidad Ciudadana, Carlos Alarcón, dijo en Twitter que la medida es un acto ladino de represalia y amedrentamiento disfrazado de aparente seguridad alimentaria.
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La huelga comenzó el 22 de octubre, con enfrentamientos entre detractores y seguidores del Gobierno que dejaron un muerto y que fue objeto de una condena por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE).
MQ