SAO PAULO (AP) — El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó el miércoles el pacto de migración de la ONU, del cual ha prometido retirar a su país.
El mandatario ultraderechista tuiteó que quiere asegurarse de que los inmigrantes que lleguen a Brasil canten el himno nacional y respeten la cultura del país.
El pacto de la ONU descarta las políticas de deportación en masa y considera que la disuasión de los inmigrantes debe de utilizarse solo como un último recurso.
Bolsonaro dijo que no negará ayuda a quienes cruzan la frontera, en aparente alusión a los venezolanos que escapan de la crisis económica y política de su país. En los últimos años, decenas de miles de venezolanos han cruzado hacia el vecino Brasil.
La nación más grande de Latinoamérica también ha recibido a refugiados sirios y libaneses en los últimos años, además de haitianos, bolivianos, paraguayos y peruanos que buscan mejores oportunidades económicas.
Bolsonaro apuntó que tanto Brasil como los migrantes estarán más seguros si el país adopta sus propias reglas.
“La inmigración no puede convertirse en un acto indiscriminado. Es indispensable para nosotros establecer un criterio apropiado para cada país”, señaló Bolsonaro, quien es partidario de las políticas del presidente estadounidense Donald Trump. “Si controlamos quién entra a nuestros hogares, ¿por qué debería ser distinto con Brasil como nación?”.
El gobierno saliente de Brasil firmó el pacto de la ONU semanas antes de que Bolsonaro asumiera el cargo el 1 de enero. Tan pronto como se firmó el acuerdo en Marruecos, el entonces presidente electo aseveró que su gobierno lo desecharía.
Los medios brasileños reportaron que varias embajadas fueron informadas de la decisión de Bolsonaro de abandonar el pacto. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil no ha contestado a peticiones en busca de comentarios el miércoles.
Maristela Basso, profesora de leyes en la Universidad de Sao Paulo, dijo que pese a la acalorada retórica, es improbable que la medida sea adoptada rápidamente. Dijo que una retirada formal requeriría la aprobación del Congreso, donde el partido de Bolsonaro controla apenas 10% de los escaños de la cámara baja y 4 de 81 en el Senado. El Congreso no reanuda sesiones sino hasta febrero.
“El presidente no puede dejar el pacto solamente con su firma”, dijo.
El ex canciller Aloysio Nunes, que representó a Brasil en las negociaciones del pacto, dijo recientemente en Twitter que el tratado no “autoriza la inmigración indiscriminada” y “busca servir de referencia para la organización de influjos de migración”.
Camila Asano, una coordinadora en la organización de derechos humanos Conectas, dijo que salirse del pacto no solamente afectaría a los inmigrantes que llegan al país sudamericano, sino que pudiera impactar a más de 3 millones de migrantes brasileños.
“En la actualidad hay más brasileños residentes en el exterior que extranjeros en Brasil”, dijo Asano. “Esa medida debilita una de las mayores credenciales internacionales de Brasil; somos un país de inmigrantes y nuestras políticas de migración eran vistas como referencia”.