RÍO DE JANEIRO. — El gobierno de Brasil trabaja para restaurar la moral en la nación más grande de América Latina, indicó el presidente Jair Bolsonaro ante decenas de miles de evangélicos en una playa de Río de Janeiro el sábado, justo al inicio de las festividades previas al carnaval.
Brasil “está cambiando porque tiene un gobierno que respeta la familia, debe lealtad a su pueblo y cree en Dios”, dijo Bolsonaro en su discurso ante la multitud que lo aclamaba en una zona próxima al cerro Pan de Azúcar. “Soy cristiano y creo que Brasil puede alcanzar su lugar de prominencia bien merecido en la escena mundial”.
Bolsonaro pronunció su mensaje días después de una reestructuración de su gabinete en la que nombró a un general como su nuevo jefe de Estado Mayor para incrementar el número de miembros militares en su gobierno, que en 2019 tuvo mayor influencia el “ala ideológica” de los conservadores culturales.
El acto de Bolsonaro en Río de Janeiro, con motivo del 40mo aniversario de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios, contrastó con las festividades previas al carnaval que entraron de lleno este fin de semana, con juerguistas con vistosos disfraces bebiendo y bailando en fiestas callejeras en diversas partes de la ciudad. La mayoría de los vendedores callejeros en la zona de la bahía próxima a la iglesia no vendían cerveza.
Muchos fieles de la iglesia viajaron en autobuses desde los estados vecinos para asistir al evento y después regresaron a sus lugares de origen. La iglesia fue fundada por el evangélico R.R. Soares, que también es conductor de un popular programa de televisión llamado “El Show de la Fe”.
“¿Quiénes votaron por nuestro presidente? Levanten sus manos y repitan conmigo”, indicó Soares a la multitud que respondió encantada. “¡Jesús!... ¡bendice!... ¡a nuestro!... ¡presidente!”
Horas antes el sábado, a las preguntas de los reporteros en la capital, Brasilia, Bolsonaro respondió con una señal ofensiva con la mano.
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RÍO DE JANEIRO. — El gobierno de Brasil trabaja para restaurar la moral en la nación más grande de América Latina, indicó el presidente Jair Bolsonaro ante decenas de miles de evangélicos en una playa de Río de Janeiro el sábado, justo al inicio de las festividades previas al carnaval.
Brasil “está cambiando porque tiene un gobierno que respeta la familia, debe lealtad a su pueblo y cree en Dios”, dijo Bolsonaro en su discurso ante la multitud que lo aclamaba en una zona próxima al cerro Pan de Azúcar. “Soy cristiano y creo que Brasil puede alcanzar su lugar de prominencia bien merecido en la escena mundial”.
Bolsonaro pronunció su mensaje días después de una reestructuración de su gabinete en la que nombró a un general como su nuevo jefe de Estado Mayor para incrementar el número de miembros militares en su gobierno, que en 2019 tuvo mayor influencia el “ala ideológica” de los conservadores culturales.
El acto de Bolsonaro en Río de Janeiro, con motivo del 40mo aniversario de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios, contrastó con las festividades previas al carnaval que entraron de lleno este fin de semana, con juerguistas con vistosos disfraces bebiendo y bailando en fiestas callejeras en diversas partes de la ciudad. La mayoría de los vendedores callejeros en la zona de la bahía próxima a la iglesia no vendían cerveza.
Muchos fieles de la iglesia viajaron en autobuses desde los estados vecinos para asistir al evento y después regresaron a sus lugares de origen. La iglesia fue fundada por el evangélico R.R. Soares, que también es conductor de un popular programa de televisión llamado “El Show de la Fe”.
“¿Quiénes votaron por nuestro presidente? Levanten sus manos y repitan conmigo”, indicó Soares a la multitud que respondió encantada. “¡Jesús!... ¡bendice!... ¡a nuestro!... ¡presidente!”
Horas antes el sábado, a las preguntas de los reporteros en la capital, Brasilia, Bolsonaro respondió con una señal ofensiva con la mano.
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