LONDRES. - El primer ministro británico, Boris Johnson, impuso el lunes un sistema escalonado de nuevas restricciones en distintas zonas de Inglaterra, entre las que se incluye el cierre de pubs para contener la propagación del coronavirus, pese a la creciente indignación ciudadana ante la limitación de las libertades.
Johnson anunció el sistema de tres niveles es un intento de estandarizar un mosaico de restricciones a menudo complicadas y confusas impuestas por toda Inglaterra. Los parlamentarios deberán someter ahora a votación la propuesta.
Las restricciones incluirán el cierre de pubs y bares en áreas con un nivel de alerta "muy alto" a partir del miércoles. Los otros niveles en el nuevo sistema son "medio" y "alto".
Hasta el momento, Merseyside, que incluye a Liverpool, en el norte, es la única zona con la máxima categoría de riesgo. Gimnasios, centros de ocio, casinos y locales de apuestas y centros de juegos para adultos también cerrarán, indicó Johnson.
"Debemos actuar para salvar vidas", afirmó el primer ministro al Parlamento, añadiendo que no desea otro confinamiento nacional y que comprende la frustración de los que claman contra las "represiones de la libertad".
"Si dejamos que el virus avance, entonces las sombrías matemáticas dictan que no sólo sufriremos un intolerable número de muertes por COVID, sino que añadiremos una presión tan grande en nuestro NHS (Sistema Nacional de Salud) con un segundo pico incontrolado que nuestros médicos y enfermeros simplemente no podrían dedicarse a otros tratamientos", agregó.
Las autoridades sanitarias afirman que los datos más recientes muestran que las infecciones están aumentando en todo el norte de Inglaterra y también en algunas zonas situadas más al sur, mientras que el virus se extiende a los sectores de la población de mayor edad desde los jóvenes de entre 16 y 29 años.
Jane Eddleston, una trabajadora de cuidados intensivos de Manchester, dijo que el 30 por ciento de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes de COVID-19, lo cual está empezando a tener un impacto en la atención sanitaria de otros pacientes.
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LONDRES. - El primer ministro británico, Boris Johnson, impuso el lunes un sistema escalonado de nuevas restricciones en distintas zonas de Inglaterra, entre las que se incluye el cierre de pubs para contener la propagación del coronavirus, pese a la creciente indignación ciudadana ante la limitación de las libertades.
Johnson anunció el sistema de tres niveles es un intento de estandarizar un mosaico de restricciones a menudo complicadas y confusas impuestas por toda Inglaterra. Los parlamentarios deberán someter ahora a votación la propuesta.
Las restricciones incluirán el cierre de pubs y bares en áreas con un nivel de alerta "muy alto" a partir del miércoles. Los otros niveles en el nuevo sistema son "medio" y "alto".
Hasta el momento, Merseyside, que incluye a Liverpool, en el norte, es la única zona con la máxima categoría de riesgo. Gimnasios, centros de ocio, casinos y locales de apuestas y centros de juegos para adultos también cerrarán, indicó Johnson.
"Debemos actuar para salvar vidas", afirmó el primer ministro al Parlamento, añadiendo que no desea otro confinamiento nacional y que comprende la frustración de los que claman contra las "represiones de la libertad".
"Si dejamos que el virus avance, entonces las sombrías matemáticas dictan que no sólo sufriremos un intolerable número de muertes por COVID, sino que añadiremos una presión tan grande en nuestro NHS (Sistema Nacional de Salud) con un segundo pico incontrolado que nuestros médicos y enfermeros simplemente no podrían dedicarse a otros tratamientos", agregó.
Las autoridades sanitarias afirman que los datos más recientes muestran que las infecciones están aumentando en todo el norte de Inglaterra y también en algunas zonas situadas más al sur, mientras que el virus se extiende a los sectores de la población de mayor edad desde los jóvenes de entre 16 y 29 años.
Jane Eddleston, una trabajadora de cuidados intensivos de Manchester, dijo que el 30 por ciento de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes de COVID-19, lo cual está empezando a tener un impacto en la atención sanitaria de otros pacientes.
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LONDRES. - El primer ministro británico, Boris Johnson, impuso el lunes un sistema escalonado de nuevas restricciones en distintas zonas de Inglaterra, entre las que se incluye el cierre de pubs para contener la propagación del coronavirus, pese a la creciente indignación ciudadana ante la limitación de las libertades.
Johnson anunció el sistema de tres niveles es un intento de estandarizar un mosaico de restricciones a menudo complicadas y confusas impuestas por toda Inglaterra. Los parlamentarios deberán someter ahora a votación la propuesta.
Las restricciones incluirán el cierre de pubs y bares en áreas con un nivel de alerta "muy alto" a partir del miércoles. Los otros niveles en el nuevo sistema son "medio" y "alto".
Hasta el momento, Merseyside, que incluye a Liverpool, en el norte, es la única zona con la máxima categoría de riesgo. Gimnasios, centros de ocio, casinos y locales de apuestas y centros de juegos para adultos también cerrarán, indicó Johnson.
"Debemos actuar para salvar vidas", afirmó el primer ministro al Parlamento, añadiendo que no desea otro confinamiento nacional y que comprende la frustración de los que claman contra las "represiones de la libertad".
"Si dejamos que el virus avance, entonces las sombrías matemáticas dictan que no sólo sufriremos un intolerable número de muertes por COVID, sino que añadiremos una presión tan grande en nuestro NHS (Sistema Nacional de Salud) con un segundo pico incontrolado que nuestros médicos y enfermeros simplemente no podrían dedicarse a otros tratamientos", agregó.
Las autoridades sanitarias afirman que los datos más recientes muestran que las infecciones están aumentando en todo el norte de Inglaterra y también en algunas zonas situadas más al sur, mientras que el virus se extiende a los sectores de la población de mayor edad desde los jóvenes de entre 16 y 29 años.
Jane Eddleston, una trabajadora de cuidados intensivos de Manchester, dijo que el 30 por ciento de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes de COVID-19, lo cual está empezando a tener un impacto en la atención sanitaria de otros pacientes.
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