SARAJEVO, Bosnia y Herzegovina. — Miles de bosnios, muchos de ellos portando mascarillas, protestaron el sábado contra una misa en Sarajevo en honor a los soldados y civiles croatas aliados de los nazis que murieron a manos de las fuerzas rebeldes al término de la Segunda Guerra Mundial.
La misa en Sarajevo fue el reemplazo de un polémico evento anual que generalmente se realiza en Bleiburg, Austria, y el cual fue cancelado por las restricciones impuestas para combatir la pandemia del coronavirus. Otro pequeño evento de reemplazo se llevó a cabo el sábado en un cementerio de Zagreb, Croacia.
La decisión de realizar la misa en Sarajevo generó fuertes críticas en un país donde los recuerdos de la guerra étnica de la década de 1990 continúan vivos. La misa fue también condenada en Bosnia por la Iglesia Ortodoxa Serbia, las comunidades judías y musulmanas y varias organizaciones antifascistas.
Los manifestantes caminaron por la ciudad entonando canciones antifascistas y exhibiendo fotografías de miembros de la resistencia que fueron torturados y asesinados por las fuerzas croatas aliadas de los nazis durante su mandato en Sarajevo en la Segunda Guerra Mundial.
Zvonimir Nikolic, un economista de 57 años, consideró la misa como un “desastre para Sarajevo”.
“Sarajevo es una de pocas ciudades del mundo donde esta misa nunca debió realizarse debido a que el régimen al que conmemora cometió crímenes monstruosos en Sarajevo”, dijo Nikolic, quien es católico.
Los manifestantes describieron la misa como un intento mal disimulado para rehabilitar el movimiento nacionalista a favor del fascismo llevado al poder en Croacia por las fuerzas nazis alemanas cuando ocuparon la entonces Yugoslavia en 1941.
La protesta fue una de las reuniones religiosas y multiétnicas contra el fascismo más grandes de Bosnia en más de dos décadas.
“Esta es una horrenda farsa. Sarajevo y Bosnia-Herzegovina no merecen esto”, subrayó Sead Sahovic, un manifestante musulmán que nació en el campo de concentración de Stara Gradiska, que fue operado por las fuerzas militares croatas durante la guerra.
La Iglesia católica de Bosnia señaló que la misa honraba a todas las víctimas inocentes de la guerra y de la era de la posguerra, incluidos aquellos que fueron asesinados sin ser sometidos a un juicio.
Las fuerzas croatas supervisaron el Holocausto en Sarajevo, durante el cual más de 7 mil de los 10 mil judíos de la ciudad fueron asesinados. Decenas de miles de serbios y antifascistas bosnios y croatas también fueron enviados a campos de concentración.
cog
SARAJEVO, Bosnia y Herzegovina. — Miles de bosnios, muchos de ellos portando mascarillas, protestaron el sábado contra una misa en Sarajevo en honor a los soldados y civiles croatas aliados de los nazis que murieron a manos de las fuerzas rebeldes al término de la Segunda Guerra Mundial.
La misa en Sarajevo fue el reemplazo de un polémico evento anual que generalmente se realiza en Bleiburg, Austria, y el cual fue cancelado por las restricciones impuestas para combatir la pandemia del coronavirus. Otro pequeño evento de reemplazo se llevó a cabo el sábado en un cementerio de Zagreb, Croacia.
La decisión de realizar la misa en Sarajevo generó fuertes críticas en un país donde los recuerdos de la guerra étnica de la década de 1990 continúan vivos. La misa fue también condenada en Bosnia por la Iglesia Ortodoxa Serbia, las comunidades judías y musulmanas y varias organizaciones antifascistas.
Los manifestantes caminaron por la ciudad entonando canciones antifascistas y exhibiendo fotografías de miembros de la resistencia que fueron torturados y asesinados por las fuerzas croatas aliadas de los nazis durante su mandato en Sarajevo en la Segunda Guerra Mundial.
Zvonimir Nikolic, un economista de 57 años, consideró la misa como un “desastre para Sarajevo”.
“Sarajevo es una de pocas ciudades del mundo donde esta misa nunca debió realizarse debido a que el régimen al que conmemora cometió crímenes monstruosos en Sarajevo”, dijo Nikolic, quien es católico.
Los manifestantes describieron la misa como un intento mal disimulado para rehabilitar el movimiento nacionalista a favor del fascismo llevado al poder en Croacia por las fuerzas nazis alemanas cuando ocuparon la entonces Yugoslavia en 1941.
La protesta fue una de las reuniones religiosas y multiétnicas contra el fascismo más grandes de Bosnia en más de dos décadas.
“Esta es una horrenda farsa. Sarajevo y Bosnia-Herzegovina no merecen esto”, subrayó Sead Sahovic, un manifestante musulmán que nació en el campo de concentración de Stara Gradiska, que fue operado por las fuerzas militares croatas durante la guerra.
La Iglesia católica de Bosnia señaló que la misa honraba a todas las víctimas inocentes de la guerra y de la era de la posguerra, incluidos aquellos que fueron asesinados sin ser sometidos a un juicio.
Las fuerzas croatas supervisaron el Holocausto en Sarajevo, durante el cual más de 7 mil de los 10 mil judíos de la ciudad fueron asesinados. Decenas de miles de serbios y antifascistas bosnios y croatas también fueron enviados a campos de concentración.
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