Brasil, con una nueva legislación sancionada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en diciembre de 2023, está en camino de convertirse en un líder emergente en el mercado de juegos de casino en América Latina.
Esta legislación regula las apuestas deportivas y los juegos en línea en el país, posicionando a Brasil como uno de los mayores mercados de apuestas del mundo, con potencial de ingresos billonarios y una diversificación económica significativa.
En 2023, los brasileños gastaron aproximadamente 11 mil millones de dólares en apuestas en línea, superando incluso las exportaciones de carne bovina en el mismo período.
Las máquinas tragamonedas en línea también han alcanzado popularidad en Brasil, representando la mayoría de todas las rondas jugadas en juegos, según datos de un casino. Este entusiasmo es amplificado por influencers en redes sociales, incentivando a más personas a participar.
Se estima que el mercado de apuestas deportivas y casinos en línea recaudará cerca de 2.12 mil millones de dólares en 2024.
La nueva legislación impone un impuesto del 15% sobre las ganancias netas que superen un valor de exención determinado y una tasa del 12% sobre la facturación de las empresas, reducida de un plan inicial del 18%. Parte significativa de estos recursos, alrededor del 28%, se destinará al turismo, fomentando actividades turísticas y generando empleos en los sectores de hospedaje, alimentación, música, arte, infraestructura y transporte.
Además de la regulación de los casinos en línea, Brasil considera la legalización de casinos físicos en resorts y hoteles de lujo.
En junio de 2024, una comisión del Senado votó un proyecto de ley que podría permitir la operación de estos casinos, con la esperanza de generar hasta 7.07 mil millones de dólares en recaudación adicional y duplicar el número de turistas en el país en los próximos ocho años.
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El proyecto también incluye la regulación de bingos y del popular juego del bicho, una forma de lotería muy arraigada en la cultura brasileña. La formalización de estas actividades, actualmente clandestinas, podría proporcionar nuevos ingresos al gobierno y regularizar prácticas existentes, convirtiéndolas en actividades legales sujetas a tributación y fiscalización.
Mientras Brasil avanza hacia una mayor regulación y legalización de los juegos de apuestas, México enfrenta desafíos y restricciones significativas en este ámbito.
La regulación de los juegos en México ha sido históricamente estricta, con el gobierno implementando medidas para controlar y limitar la expansión de estos juegos, buscando proteger a los consumidores y prevenir problemas como la ludopatía. Las restricciones actuales, como la prohibición de las máquinas tragamonedas en los casinos, también tienen como objetivo combatir operaciones ilegales y la vinculación con actividades del crimen organizado.
En noviembre de 2023, la Presidencia de México implementó una prohibición completa de las máquinas tragamonedas en los casinos, reflejando un enfoque más restrictivo en comparación con Brasil. Esta prohibición fue establecida para abordar problemas relacionados con el uso de estos dispositivos en actividades ilícitas.
Además, México ha enfrentado desafíos en la implementación de una regulación eficaz de los juegos de apuestas, con diversos sectores de la sociedad preocupados por el impacto social y económico de la expansión de estos juegos. La existencia de casinos ilegales en Monterrey ilustra la dificultad de controlar completamente la industria y garantizar que las operaciones se realicen de manera legal y segura.
La estrategia de Brasil para legalizar y regular los juegos de apuesta está impulsada por el potencial económico y la capacidad de diversificar su economía. Con la legalización de los casinos online y la posible legalización de casinos en resorts, Brasil podría consolidarse como el principal mercado de juegos de azar en América Latina.
Esta posición no solo generaría ingresos billonarios, sino que también atraerá una afluencia significativa de turistas, promoviendo el desarrollo económico en múltiples sectores.
Los defensores del proyecto, incluyendo el ministro de Turismo, están optimistas de que la legalización de los casinos en resorts integrados traerá un nuevo impulso al turismo nacional.
Se espera que más turistas visiten Brasil, generando empleos y atrayendo inversiones significativas en diversas regiones del país. Según el Ministerio de Hacienda, el impacto económico podría ser fabuloso, con la expectativa de duplicar el número de turistas y generar miles de empleos.
Sin embargo, no todos comparten este entusiasmo. Algunos senadores expresan preocupaciones sobre el potencial aumento del endeudamiento de las familias brasileñas y sugieren que la regulación puede beneficiar principalmente a grandes conglomerados, en lugar de traer beneficios amplios para la sociedad.