La noche de este viernes, una gran estela brillante causó extrañeza y fascinación entre los habitantes del sur de California. Los automovilistas se orillaron en las carreteras para tomar videos y fotografías, los cuales rápidamente se difundieron en redes sociales.
La mayoría de personas que presenció dicho evento afirmaba que se trataba de una invasión alienígena. Había quienes dijeron que era una bomba nuclear lanzada desde Corea del Norte, sin embargo, no fue así.
Se trató de Falcón 9, un cohete reciclado de SpaceX, el cual despegó desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea poco después de las 5:30 de la tarde, llevando consigo la serie más reciente de satélites para Iridium Communications.
El mismo cohete propulsor puso en órbita satélites Iridium en junio, tras lo cual aterrizó sobre una plataforma en el Océano Pacífico. En esta ocasión se desplomó en el mar.
Es el último lanzamiento de 2017 que efectúa SpaceX, que tiene un contrato para reemplazar el sistema de Iridium con 75 satélites nuevos.