La Nochebuena es un momento de celebración y reunión familiar en todo el mundo. Sin embargo, para la familia Ortega, la víspera de Navidad de 2008 se convirtió en una pesadilla que nunca olvidarían.
Bruce Jeffrey Pardo, un ingeniero electrónico de 45 años, se disfrazó de Santa Claus y se presentó en la casa de sus exsuegros en Covina, California, donde se celebraba una fiesta de Navidad. Lo que sucedió a continuación fue un acto de violencia inusitado que dejó a la comunidad conmocionada.
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¿Qué pasó en la Nochebuena de 2008 en Covina, California?
Pardo, quien había estado casado con la hija de la familia, Sylvia, durante 10 años, había estado planeando su venganza durante meses. Después de un divorcio amargo y una disputa por la pensión alimenticia, Pardo se sintió humillado y enfurecido.
La noche del 24 de diciembre, Pardo se presentó en la casa de sus exsuegros, donde se celebraba la fiesta de víspera de Navidad. Se disfrazó de Santa Claus y llevaba un paquete envuelto en papel de regalo. Sin embargo, en lugar de regalos, el paquete contenía una pistola y munición.
Pardo abrió fuego contra los invitados, matando a nueve personas, incluyendo a su exesposa, sus padres y varios familiares. La escena fue de verdadero terror, con personas corriendo y gritando en todas direcciones, siendo ahogadas por las intensas flamas, producto del lanzallamas que Bruce también había utilizado para incendiar la casa.
Pardo planeaba huir a México luego de la masacre de Nochebuena
La policía recibió una llamada de emergencia y se presentó en la escena del crimen. Pardo había huido, pero la policía encontró su vehículo abandonado en una calle cercana. En el interior del vehículo, se encontraron 17 mil dólares en efectivo y un anillo de bodas.
La investigación que siguió reveló que Pardo había estado planeando su venganza durante meses. Había comprado las armas y la munición necesarias para cometer el crimen y había estado vigilando la casa de sus exsuegros para después del acto huir en su vehículo hacia México.
No obstante, las quemaduras que recibió con el artefacto le imposibilitaron escapar, optando por suicidarse de un tiro en la cabeza en el sillón de la casa de su hermano, ubicada en Sylmar
La familia Ortega se quedó conmocionada y destrozada por la pérdida de sus seres queridos. La comunidad se unió para apoyar a la familia y condenar el acto de violencia.
La vida de Bruce Pardo
El terrible desenlace de la masacre de Bruce Pardo dejó muchas preguntas sin respuesta.
A pesar de que su matrimonio con Sylvia Ortega terminó pocos días antes del crimen, un divorcio no parece suficiente para que un ciudadano promedio se convierta en un asesino masivo. Bruce tenía un historial limpio, sin antecedentes de violencia, y su vida parecía estable.
Sin embargo, como menciona el célebre cómic The Killing Joke de Alan Moore, a veces basta con "un mal día" para que todo se derrumbe. Para Pardo, este "mal día" comenzó a gestarse mucho antes de la masacre, cuando las circunstancias personales y profesionales comenzaron a desmoronarse a una velocidad alarmante.
A lo largo de los años, Bruce Pardo se mostró como un hombre inteligente y prometedor. Ingeniero electrónico, trabajó en la NASA y fue reconocido por su habilidad en matemáticas. Sin embargo, su vida personal estaba plagada de secretos oscuros y decisiones devastadoras.
Tras un fallido intento de matrimonio en 1989 y varios engaños a su pareja, Sylvia, Pardo cayó en una espiral descendente que culminó en tragedias personales, como la negligencia que dejó a un niño parapléjico. Además, su negativa a ayudar a la madre del niño con los gastos médicos y su fraude fiscal sólo aumentaron la tensión en su relación con Sylvia.
El golpe final fue su despido en 2008, lo que desmoronó su estabilidad financiera. A partir de ahí, la venganza se convirtió en su único objetivo, y durante meses planeó su crimen, adquiriendo armas y organizando la masacre que cambiaría para siempre la vida de su exfamilia en las fiestas navideñas.
El caso de Bruce Pardo es un ejemplo trágico de cómo la ira y la venganza pueden llevar a una persona a cometer actos de violencia inusitados. La historia de Pardo es un recordatorio de la importancia de buscar ayuda y apoyo en momentos de crisis y de no dejar que la ira y la venganza consuman nuestras vidas.
AFV