El gobernador de California, Gavin Newsom, anunciará el miércoles una moratoria en las ejecuciones que beneficiará a los 737 detenidos en el "corredor de la muerte" de este estado.
"La pena de muerte es inconsistente con nuestros valores fundamentales y afecta al corazón de lo que significa ser un californiano", según extractos del discurso publicados por la prensa que dará Newsom, quien firmará una orden ejecutiva para impedir la pena de muerte en el estado.
"Matar a otros intencionalmente es incorrecto, y como gobernador, no permitiré que nadie sea ejecutado", dijo el gobernador, declarado contrario a la pena de muerte desde hace años, y que desde enero está al frente de California.
El gobernador firmará un decreto que pondrá fin al protocolo de inyección letal previsto en el estado y ordenará el cierre de la sala de ejecuciones de la prisión de San Quentin, cerca de San Francisco.
De acuerdo con la oficina del gobernador, las cárceles de California albergan una cuarta parte de todos los presos condenados a muerte en Estados Unidos. La última ejecución en el estado se remonta a 2006.
De los 737 presos condenados a muerte en California, 25 han agotado todos los recursos posibles.