Camino difícil para que Trump lleve elección a Corte Suprema

En la actualidad, seis miembros de la corte son conservadores, incluidos tres nominados por Trump.

Camino difícil para que Trump lleve elección a Corte Suprema
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WASHINGTON. — El presidente Donald Trump ha dicho repetidamente que existe un lugar en el que desea se dirima el resultado de las elecciones: la Corte Suprema federal. Pero no será fácil llegar hasta esa instancia.

En los últimos dos días, Trump ha planteado la idea de que el máximo tribunal debería involucrarse en los comicios, tal como lo hizo en el 2000. En ese entonces, la corte dirimió la disputa electoral a favor de George W. Bush en una decisión 5-4.

En la actualidad, seis miembros de la corte son conservadores, incluidos tres nominados por Trump. Pero el desenlace de los comicios de este año parecía perfilarse de una manera muy distinta a la del 2000, cuando los votos electorales de Florida dieron la presidencia a Bush.

En aquel entonces, Bush aventajaba en Florida y pidió a la corte detener un recuento. Trump, por su parte, ha dejado entrever una estrategia que se centraría en múltiples estados donde los márgenes de victoria parecen muy estrechos. Sin embargo, Trump tendría que persuadir a la Corte Suprema que invalide votos en dos o más estados para impedir que Joe Biden se convierta en presidente.

El ministro presidente John Roberts quizá no desea que la elección recaiga en él y sus colegas. Roberts, que no era ministro en el caso Bush v. Gore en 2000 pero era abogado de Bush, ha intentado con frecuencia distanciar a la corte de los otros poderes del gobierno y de la política ante la creencia de que podrían dañar la reputación del máximo tribunal.

Asimismo, se desconoce qué aspectos jurídicos podrían causar la intervención de los ministros. Trump ha emitido reiteradas e infundadas acusaciones de fraude electoral. Las demandas presentadas a la fecha por su equipo de campaña han sido intentos de poco calado que tal vez no afecten muchos votos, y algunas ya fueron rechazadas.

Sin embargo, Trump tiene la vista puesta en la Corte Suprema. En la mañana después del día de las elecciones afirmó:

“Estaremos acudiendo a la Corte Suprema federal, queremos que pare toda la votación”. Y el jueves, cuando Biden se acercaba a los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la Casa Blanca, Trump manifestó: “Va a terminar, quizás, en la Corte Suprema del país, veremos”. En Twitter también dijo que la “Corte Suprema federal debe decidir”.

Ya hay un caso electoral en la Corte Suprema y es una apelación republicana para excluir las papeletas que llegaron después del día de las elecciones en el estado crucial de Pensilvania. Sin embargo, parece improbable que estas boletas, sean contadas o no, afecten al ganador de los votos electorales en el estado.

Biden comenzó el viernes a mostrar una pequeña ventaja sobre el presidente, y cualquier voto adicional recibido por correo posiblemente le ayudaría a Biden y no a Trump.

Si Trump quisiera impugnar con una demanda el resultado de la elección en el estado, tendría que comenzar presentándola en una corte de menor instancia.

Hasta ahora, la campaña de Trump y los republicanos han presentado recursos jurídicos en varios estados, pero la mayoría son demandas a pequeña escala que no parecen afectar a muchos votos.

El jueves, la campaña de Trump ganó un fallo de apelación para acercar a los observadores del partido y de la campaña a los trabajadores electorales que están procesando los votos por correo en Filadelfia. Pero los jueces de Georgia y Michigan desestimaron rápidamente otras dos demandas de la campaña.

Trump y su campaña han prometido aún más acciones jurídicas, haciendo acusaciones infundadas de fraude electoral.

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WASHINGTON. — El presidente Donald Trump ha dicho repetidamente que existe un lugar en el que desea se dirima el resultado de las elecciones: la Corte Suprema federal. Pero no será fácil llegar hasta esa instancia.

 

En los últimos dos días, Trump ha planteado la idea de que el máximo tribunal debería involucrarse en los comicios, tal como lo hizo en el 2000. En ese entonces, la corte dirimió la disputa electoral a favor de George W. Bush en una decisión 5-4.

 

En la actualidad, seis miembros de la corte son conservadores, incluidos tres nominados por Trump. Pero el desenlace de los comicios de este año parecía perfilarse de una manera muy distinta a la del 2000, cuando los votos electorales de Florida dieron la presidencia a Bush.

 

En aquel entonces, Bush aventajaba en Florida y pidió a la corte detener un recuento. Trump, por su parte, ha dejado entrever una estrategia que se centraría en múltiples estados donde los márgenes de victoria parecen muy estrechos. Sin embargo, Trump tendría que persuadir a la Corte Suprema que invalide votos en dos o más estados para impedir que Joe Biden se convierta en presidente.

 

El ministro presidente John Roberts quizá no desea que la elección recaiga en él y sus colegas. Roberts, que no era ministro en el caso Bush v. Gore en 2000 pero era abogado de Bush, ha intentado con frecuencia distanciar a la corte de los otros poderes del gobierno y de la política ante la creencia de que podrían dañar la reputación del máximo tribunal.

 

Asimismo, se desconoce qué aspectos jurídicos podrían causar la intervención de los ministros. Trump ha emitido reiteradas e infundadas acusaciones de fraude electoral. Las demandas presentadas a la fecha por su equipo de campaña han sido intentos de poco calado que tal vez no afecten muchos votos, y algunas ya fueron rechazadas.

 

Sin embargo, Trump tiene la vista puesta en la Corte Suprema. En la mañana después del día de las elecciones afirmó:

 

“Estaremos acudiendo a la Corte Suprema federal, queremos que pare toda la votación”. Y el jueves, cuando Biden se acercaba a los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la Casa Blanca, Trump manifestó: “Va a terminar, quizás, en la Corte Suprema del país, veremos”. En Twitter también dijo que la “Corte Suprema federal debe decidir”.

 

Ya hay un caso electoral en la Corte Suprema y es una apelación republicana para excluir las papeletas que llegaron después del día de las elecciones en el estado crucial de Pensilvania. Sin embargo, parece improbable que estas boletas, sean contadas o no, afecten al ganador de los votos electorales en el estado.

 

Biden comenzó el viernes a mostrar una pequeña ventaja sobre el presidente, y cualquier voto adicional recibido por correo posiblemente le ayudaría a Biden y no a Trump.

 

Si Trump quisiera impugnar con una demanda el resultado de la elección en el estado, tendría que comenzar presentándola en una corte de menor instancia.

 

Hasta ahora, la campaña de Trump y los republicanos han presentado recursos jurídicos en varios estados, pero la mayoría son demandas a pequeña escala que no parecen afectar a muchos votos.

El jueves, la campaña de Trump ganó un fallo de apelación para acercar a los observadores del partido y de la campaña a los trabajadores electorales que están procesando los votos por correo en Filadelfia. Pero los jueces de Georgia y Michigan desestimaron rápidamente otras dos demandas de la campaña.

 

Trump y su campaña han prometido aún más acciones jurídicas, haciendo acusaciones infundadas de fraude electoral.

 

 

 

 

 

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