El mundo esconde muchos misterios, algunos más conocidos que otros pero no por ello dejan de ser interesantes. Tal como las nombradas ‘cataratas de sangre’ que alberga la Antártida desde hace miles de años.
Según el portal National Geographic, el geólogo Thomas Griffith Taylor fue el primero en observar este curioso fenómeno en un glaciar que mide al menos 54 kilómetros de largo. Thomas Griffith bautizó el evento como Blood Falls, por lo que el glaciar permanece con su nombre.
Sin embargo el origen de este líquido, que pareciera sangre, se especuló durante más de 100 años, pues en un principio se creyó que era debido a una especie de alga roja. Pero en 2017, un grupo de científicos dio otro enfoque, afirmando que las cataratas de sangre eran en realidad una concentración de óxido de hierro.
Investigan la verdad de este curioso fenómeno
Hasta en la actualidad se continúan investigando las cataratas de sangre, y por ello, la Universidad Johns Hopkins público su más reciente descubrimiento en relación al tema, señalando que el líquido de dichas cataratas sí contiene hierro, por lo que al oxidarse y al estar envuelto en agua, aparenta este color rojizo.
Otro punto importante es que el glaciar contiene bajo su superficie un lago de agua salada, además el líquido está en un punto de congelamiento por debajo del agua pura y al tener contacto con el hielo, permite que fluyan estos ríos de ‘sangre’ que bañan al glaciar.
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Asimismo, destacan que las partículas que se tornan en un color rojo, son tan pequeñas como los glóbulos de la sangre, otro detalle que impactó a los científicos que viajaron hasta la Antártida para tomar muestras del agua.
Cuando el agua deja de fluir, deja manchado el hielo del glaciar, y desde lo alto si aparenta un color similar a la sangre seca. Sorprendente, ¿verdad?
MRG