La policía de Argentina desarrolló un intenso operativo de registros en los domicilios de Cristina Fernández en busca de pruebas para la investigación en la que es sospechosa de haber recibido millonarios sobornos en los años en los que fue primera dama y presidenta del país.
Un dispositivo integrado por personal de la división explosivos ingresó al bloque de apartamentos del barrio de Recoleta de Buenos Aires donde reside la actual senadora cuando está en la capital.
"Fuerza, Cristina", gritaba la multitud de grupos de seguidores de Fernández entre medios de comunicación y varios agentes, quienes se hacían paso para ejecutar el registro de sus viviendas ordenado por el juez Claudio Bonadio.
"Creo que lo que están buscando es la humillación de la ex presidenta" dijo Gregorio Dalbón, uno de los abogados de Fernández.
La petición de este registro se conoce desde hace un mes y medio, mientras que en cualquier lugar del mundo los allanamientos deben ser sorpresivos, crítico el abogado.
Carlos Beraldi, otro abogado de la ex presidenta de Argentina, denunció que lo echaron del allanamiento y que planteará la nulidad del procedimiento.
Cristina Fernández no se encontraba en el apartamento al momento del operativo, ya que según medios locales pasó la noche con su hija Florencia en su apartamento del barrio porteño de Constitución.
La senadora argentina insiste que es vícitma de una persecución judicial impulsada por Mauricio Macri, el actual gobernador de aquel país.
La petición de que no hubiera registros gráficos de los operativos y que en ellos estuvieran presentes sus abogados, un senador o senadora designados por ella.
El juez Bonadio también solicitó allanar los otros dos domicilios de Cristina Fernández en las localidades patagónicas de Río Gallegos y El Calafate.
Esta última casa cobra especial significado para ella por ser donde falleció en octubre de 2010, de un paro cardíaco, su esposo, el también ex presidente Néstor Kirchner, cuya figura también es investigada como cabeza de la "asociación ilícita".
AT