Chile se convirtió en el segundo país del mundo en aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19, después de Israel, país que comenzó a administrarla en momentos en que la variante ómicron y la alta movilidad de las fiestas navideñas desbocaron contagios.
Quienes están recibiendo la segunda dosis de refuerzo son las personas inmunodeprimidas, no obstante, desde el 7 de febrero se expanda a los mayores de 55 años que hayan cumplido seis meses desde su última inyección.
Sebastián Piñera, presidente de Chile, dijo que con el paso del tiempo, las vacunas van perdiendo eficacia, así como va reduciendo la protección que producen y las nuevas variantes también les hacen perder fuerza, por lo que es importante permanecer preparados y anticiparse.
Hasta el momento todavía hay 1.6 millones de personas que no se han puesto la tercera dosis y que sufren restricciones de movilidad desde el 1 de enero, entre las que sobresale la prohibición para ingresar a bares y restaurantes.
La cuarta vacuna incrementa en 20 veces la protección que tiene una persona en comparación con otra que no tiene su vacunación completa, señala el mandatario chileno. De acuerdo a datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), el 87.4 por ciento de la población mayor de tres años de Chile, tiene el esquema completo de vacunación y un 69.9 por ciento ha recibido una primera dosis de refuerzo.
Piñera denominó “porfiados” a las personas que aún no han recibido la vacuna, y dijo que están cometiendo una irresponsabilidad, ya que afirma que la vacuna es segura y eficaz, y que si no se vacunan, se van a contagiar y propagarán la enfermedad a sus familiares.
Cabe señalar que Israel se convirtió en el primer país del mundo en comenzar a aplicar la cuarta dosis de vacuna, hecho que se estima que en las próximas semanas lo repitan la República Dominicana, Alemania y Reino Unido.
AA