NICOSIA. — Es posible que migrantes enfermos de coronavirus se estén infiltrando por la línea de tregua que divide a la isla mediterránea de Chipre, advirtió este domingo el ministro de salud del país.
El ministro, Constantinos Ioannou, mencionó “el problema” de que varios migrantes que cruzaron del sector separatista norte para pedir asilo en el sector sur, que cuenta con reconocimiento internacional, dieron positivo al COVID-19.
Añadió que hace dos meses el gobierno ordenó que todos los migrantes se sometan a la prueba del virus antes de ingresar a los centros de acoplo. Por lo menos ocho migrantes sirios que llegaron al sur la semana pasada dieron positivo.
Ioannou aseguró que se han instalado centros de detección de coronavirus a lo largo de la frontera de 180 kilómetros (120 millas). Sin embargo, muchos migrantes buscan pasadizos más remotos para llegar al sur, que es parte de la Unión Europea.
Los puntos de cruce abrieron a fines del mes pasado tras estar cerrado debido al virus. Sin embargo, el gobierno chipriota aún prohíbe el cruce de extranjeros debido a la incertidumbre sobre la tasa de infecciones en el norte. En el sur han ocurrido más de 1.000 infecciones y 19 decesos por coronavirus.
“El virus sigue aquí, no lo hemos derrotado como muchos creen y si no tomamos medidas de prevención podremos tener un problema en el futuro”, declaró Ioannou.
Chipre quedó dividido en dos sectores en 1974 cuando Turquía invadió a raíz de un golpe de estado que ansiaba una fusión con Grecia. Turquía es el único país que reconoce la independencia del sector turcochipriota en el norte. El país se integró a la Unión Europea en el 2004, pero sólo los grecochipriotas y otros en el sur tienen membresía plena.
Más de tres cuartas partes de los migrantes que pidieron asilo en el sector sur habían cruzado desde el sector norte.
cog
NICOSIA. — Es posible que migrantes enfermos de coronavirus se estén infiltrando por la línea de tregua que divide a la isla mediterránea de Chipre, advirtió este domingo el ministro de salud del país.
El ministro, Constantinos Ioannou, mencionó “el problema” de que varios migrantes que cruzaron del sector separatista norte para pedir asilo en el sector sur, que cuenta con reconocimiento internacional, dieron positivo al COVID-19.
Añadió que hace dos meses el gobierno ordenó que todos los migrantes se sometan a la prueba del virus antes de ingresar a los centros de acoplo. Por lo menos ocho migrantes sirios que llegaron al sur la semana pasada dieron positivo.
Ioannou aseguró que se han instalado centros de detección de coronavirus a lo largo de la frontera de 180 kilómetros (120 millas). Sin embargo, muchos migrantes buscan pasadizos más remotos para llegar al sur, que es parte de la Unión Europea.
Los puntos de cruce abrieron a fines del mes pasado tras estar cerrado debido al virus. Sin embargo, el gobierno chipriota aún prohíbe el cruce de extranjeros debido a la incertidumbre sobre la tasa de infecciones en el norte. En el sur han ocurrido más de 1.000 infecciones y 19 decesos por coronavirus.
“El virus sigue aquí, no lo hemos derrotado como muchos creen y si no tomamos medidas de prevención podremos tener un problema en el futuro”, declaró Ioannou.
Chipre quedó dividido en dos sectores en 1974 cuando Turquía invadió a raíz de un golpe de estado que ansiaba una fusión con Grecia. Turquía es el único país que reconoce la independencia del sector turcochipriota en el norte. El país se integró a la Unión Europea en el 2004, pero sólo los grecochipriotas y otros en el sur tienen membresía plena.
Más de tres cuartas partes de los migrantes que pidieron asilo en el sector sur habían cruzado desde el sector norte.
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