El video de una mujer que llevó a su supuesto tío fallecido al banco solicitar un préstamo de tres mil 200 dólares, causó impacto en las redes sociales el 16 de abril por la tarde, en una sucursal de Bangú, un popular barrio que se encuentra en la zona oeste de Río de Janeiro, Brasil.
Las primeras imágenes que se difundieron mostraban a Erika de Souza Vieira Nunes, de 42 años, frente a un escritorio intentando retirar un préstamo en nombre del fallecido, Paulo Roberto Braga, de 68 años, que estaba sentado en una silla de ruedas junto a ella.
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La escandalosa situación fue advertida por los trabajadores del banco y terminó con la mujer ahora detenida.
¿Qué dijo el chofer que llevó a la mujer con su tío fallecido al banco?
El conductor de Uber que llevó al señor y a su sobrina a la entidad bancaria declaró ante la justica local y su testimonio pareció ser de apoyo para la mujer detenida, ya que mencionó que el hombre sí estaba vivo cuando pasó con el vehículo a recoger a ambos.
Incluso, el chofer contó que el señor y su mujer estaban en la puerta de la casa cuando llegó el coche. El conductor recogió al hombre y a su sobrina, hasta las hijas y vecinos de Erika ayudaron a subirlo al auto.
Cuando llegaron al banco, el conductor dijo que el señor agarró la puerta del coche para bajar y sentarse en la silla de ruedas. En su declaración no precisó ni se dio cuenta de nada extraño durante el viaje, ni si el anciano se movió al subir al auto ni al bajar.
Por lo anterior, la declaración del chofer podría descartar la especulación acerca de que Paulo Roberto pudo haber muerto desde hace varios días, y que la mujer lo llevó al banco para poder retirar los tres mil 200 dólares.
Cabe señalar que Erika Souza fue captada a través de cámaras de seguridad, en donde se puede ve que buscaba una silla de ruedas en el estacionamiento de un centro comercial para poder llevar el cadáver.
Después, con la ayuda de quien se cree que era el conductor de Uber, sacó al hombre del asiento con dificultad y lo acomodó en la silla intentando sostener su cabeza.
Posteriormente, Erika subió a un elevador con su tío, empujado la silla de ruedas mientras intentaba mantener el cuerpo lo más derecho posible.
Cuando fue detenida, ella dijo que era su sobrina y cuidadora, y que su tío estaba vivo al llegar al banco. De acuerdo a los peritos, la rigidez y síntomas del hombre indicó que había muerto hacía dos horas antes, pero el testimonio del chofer señaló lo contrario.
AA