Las autoridades venezolanas acordaron el cierre de un centro de detención del estado sureño de Amazonas donde la víspera fallecieron 37 personas durante una operación encabezada por fuerzas de seguridad para tomar control del lugar, anunció el ministro de Relaciones Interiores.
El Centro de Detención Judicial de Amazonas, donde estaban recluidas unas 200 personas, fue cerrado para someterlo a un proceso de rehabilitación, indicó el mayor general Néstor Reverol en una transmisión de la televisora estatal.
El cierre del centro fue ordenado por el presidente Nicolás Maduro tras la situación violenta que se registró el miércoles cuando un grupo reclusos de la prisión se enfrentó con armas de fuego y más de 20 granadas a las fuerzas de seguridad que trataban de recuperar el control del lugar, que estaba en manos de algunos prisioneros, precisó Reverol.
En la operación ocurrida en la prisión, que se extendió por varias horas, resultaron heridos 15 funcionarios, entre ellos un guardia nacional que recibió un disparo en la cabeza y fue trasladado a un hospital militar de la capital venezolana.
El ministro informó que 27 de los reclusos fueron canalizados a otras prisiones del país y el resto permanecerá en los calabozos de la policía estatal, pero no ofreció más detalles.
Por su parte, el Ministerio Público anunció que dos fiscales fueron designados para iniciar las investigaciones del caso. Reverol responsabilizó del hecho al gobernador opositor de Amazonas, Liborio Guarulla, alegando que el penal estaba bajo su custodia y administración.
Guarulla dijo que los alrededores del centro de detenciones fueron tomados hace tres meses por las fuerzas de seguridad tras un incidente violento que registró en la prisión de la localidad de Puerto Ayacucho, unos 600 kilómetros al sur de Caracas.
Algunos activistas y organizaciones de derechos humanos condenaron el incidente y lo consideraron como una "masacre".
El activista de derechos humanos, Marino Alvarado, instó a la Defensoría del Pueblo a investigar el hecho y dijo en su cuenta de Twitter que resultaba curioso que no hubo reclusos heridos en el supuesto enfrentamiento y que solo se reportaron reos muertos.
El número de víctimas mortales fue el peor en Venezuela desde un motín carcelario que ocurrió en la prisión central de Uribana en 2013 que dejó 61 muertos.
Venezuela cuenta con una treintena de cárceles donde la población, que alcanza cerca de 50 mil reclusos, enfrenta serios problemas de hacinamiento y violencia generada por bandas que controlan internamente los penales y trafican armas y drogas.