¿Cómo iniciaron los disturbios?
A fines de marzo, el Tribunal Supremo de Justicia —en control del oficialismo— dictó dos sentencias contra la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, para despojarla de sus poderes y limitó la inmunidad de los legisladores. Aunque la decisión luego fue revertida en medio de una avalancha de críticas locales e internacionales, las protestas que desencadenó continuaron dejando al menos 75 fallecidos.
Líderes de la oposición obtuvieron control mayoritario de la Asamblea Nacional en las elecciones legislativas de 2015 en medio de la frustración por el manejo del presidente Nicolás Maduro de la economía, la espiral de violencia y la escasez de alimentos. El máximo tribunal declaró inválidas ocho de las leyes de la Asamblea entre enero y octubre de 2016. En comparación sólo se ha dado un cúmulo de sentencias así en los últimos 200 años, de acuerdo con juristas.
Los manifestantes alegan que el gobierno de Maduro se ha vuelto autoritario y ahora todo podría escalar debido a un proceso electoral solicitado por Maduro para formar una Asamblea Nacional Constituyente y reescribir la carta magna.
¿Los militares intervendrán?
Históricamente la Fuerza Armada ha sido un árbitro de las disputas políticas en Venezuela y la oposición llama a respetar la constitución e impedir que Maduro siga consolidando su poder, pero hasta ahora hay poco que sugiera que una revuelta masiva se está gestando. Asimismo, el apoyo popular a los militares es bajo hasta el momento.
Tanto el fallecido presidente Hugo Chávez como Nicolás Maduro han hecho por años esfuerzos para ganarse a los altos mandos mediante el padrinazgo y su designación en cargos en el gobierno.
Se cree que el ataque del helicóptero el martes fue encabezado por Óscar Pérez, un piloto de la policía judicial y actor de cine. Llamó a una rebelión contra el gobierno de Maduro en un video publicado en las redes sociales, pero no hubo señales de que más de un puñado de agentes formara parte de ello.
El ataque del helicóptero
El gobierno de Maduro dice que el piloto disparó 15 tiros contra el Ministerio del Interior y cuatro granadas al Tribunal Supremo en lo que calificaron de un “ataque terrorista”.
Un video que circula en redes sociales muestra al helicóptero sobrevolando el Tribunal seguido del estruendo de una serie de detonaciones.
No hubo heridos en el ataque ni signos visibles de daño afuera del edificio del gobierno el miércoles.
Líderes de la oposición cuestionan la versión del gobierno de los hechos y dicen que podría ser un intento del gobierno de Maduro por distraer la atención ante su controversial impulso para reescribir la constitución.
Muertes y saqueos
El número de personas fallecidas en las protestas y saqueos casi duplica la cifra registrada en 2014, donde más de 40 venezolanos murieron.
Líderes opositores apuntan a grupos armados pro-oficialistas conocidos como “colectivos” como responsables de algunas de las muertes, mientras el oficialismo responsabiliza a jóvenes pagados por la oposición por la violencia. La mayor parte de los fallecidos han sido jóvenes identificados con la oposición.
¿Qué está en juego?
Si Maduro prosigue con sus planes para reescribir la constitución, el gobierno de Venezuela podría verse dramáticamente distinto.
Mientras el Consejo Nacional Electoral ha llamado a elecciones regionales, que debieron realizarse a finales del año pasado, la Asamblea Nacional Constituyente podría cancelar éstas e incluso las elecciones presidenciales de 2018.
Se tiene previsto que la economía de Venezuela decrezca en 8 por ciento este año y la inflación podría alcanzar cuatro dígitos. Las encuestas indican que al menos 75 por ciento de los venezolanos quieren que Maduro se vaya, pero muchos tampoco tienen una opinión favorable de la oposición.
Maduro advirtió a principios de esta semana que está dispuesto a hacer cualquier cosa por defender la revolución de Chávez, incluso tomar las armas.