PITTSBURGH.- Robert Bowers, el sospechoso de la muerte de 11 personas en la sinagoga de un barrio judío, compareció hoy en silla de ruedas en la Corte para la asignación de un abogado de oficio para un proceso donde podría enfrentar la pena de muerte.
Ante el magistrado Robert Mitchell y escoltado por dos defensores públicos, Bowers respondió con un escueto “sí” cuando el juez le preguntó si entendía las 29 acusaciones en su contra.
Enseguida el magistrado ordenó su permanencia en la cárcel sin derecho a libertad bajo fianza y programó una nueva audiencia para el jueves 2 de noviembre.
La fiscalía reiteró su intención de pedir aprobación de que Bowers enfrente la posibilidad de la pena de muerte, lo cual será decidido en última instancia por el departamento de Justicia.
La probabilidad de que el proceso incluya una condena de la pena capital es alta, toda vez que esa ruta fue apoyada públicamente por el presidente Donald Trump.
De 46 años y originario de la comunidad de Baldwin, Pensilvania, Bowers fue acusado de 11 cargos de obstrucción del ejercicio de creencias religiosas que resultan en la muerte, además de 11 cargos de uso de un arma de fuego para cometer asesinato durante y en relación con un crimen de violencia.
También fue acusado de cuatro cargos por obstrucción del ejercicio de creencias religiosas que resultan en lesiones corporales a un agente de seguridad pública y tres cargos de uso y descarga de un arma de fuego durante y en relación con un crimen de violencia.
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