ESTADOS UNIDOS.- El país norteamericano recibio el año 2021 con confeti, espectáculos de luces y los tradicionales fuegos artificiales.
Solo un puñado de invitados, incluidos trabajadores de la salud y otras personas de las líneas del frente de la pandemia de coronavirus, se reunieron en Times Square de Nueva York en la víspera de Año Nuevo para presenciar el lanzamiento del baile de fin de año, que marca el final del 2020 y un comienzo esperanzador para el 2021.
Durante décadas, decenas de miles de turistas, han llenado las cuadras alrededor de Times Square en la víspera de Año Nuevo, de pie durante horas en el frío esperando ver la bola de cristal brillante deslizarse por un poste en lo alto de un rascacielos en el segundos finales del año. Cuando la pelota llega al fondo, la multitud estalla en abrazos, besos y buen humor.
Pero este año, el alcalde Bill de Blasio y los oficiales de policía les dijeron a los neoyorquinos y a los forasteros que se mantuvieran alejados y vean las festividades en la televisión. Un gran contingente de policías abanderaron el área para evitar que se reunieran personas no autorizadas, con el objetivo de evitar un evento que podría acelerar la propagación del Covid-19 en una ciudad que lucha por contenerlo.
La policía de Nueva York permitió que solo unas pocas docenas de personas vieran caer la pelota en el llamado Crossroads of the World en el centro de Manhattan. Los organizadores invitaron a un trabajador de una tienda de comestibles, un portero de un edificio, un repartidor de pizzas y médicos y enfermeras, incluida Sandra Lindsay, la enfermera de Nueva York que se convirtió en la primera receptora de una vacuna contra el coronavirus en los Estados Unidos fuera de un ensayo a principios de este mes.
Los invitados enmascarados, separados por razones de seguridad, se reunieron frente a un escenario temporal instalado en la plaza y vieron presentaciones en vivo de distintos cantantes.
Más de 25 mil neoyorquinos han muerto por Covid-19 este año. En la primavera, durante los primeros días del brote en EU, la ciudad emergió como el epicentro de la pandemia.
A medida que los nuevos recuentos de casos diarios continúan aumentando en el país, los bares, restaurantes y otros lugares de reunión en la ciudad de Nueva York se cerraron o tienen una capacidad muy limitada.
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