Bruselas, 12 Jun (Notimex).- La contaminación del aire está relacionada a 12 mil muertes prematuras al año en Bélgica y cuesta al sistema sanitario cerca de ocho mil millones de euros anuales, indican las cifras de la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Entre diciembre y febrero pasado, la capital, Bruselas, sobrepasó cuatro veces el umbral “informativo” de contaminación por partículas finas, un tipo de emisión generada por la combustión industrial, por vehículos y por la calefacción de edificios.
La exposición a dichas partículas, capaces de penetrar en los pulmones, aumenta el riesgo de cáncer, alergias y enfermedades cardiovasculares y respiratorias, como el asma.
Sobrepasar el umbral obliga al gobierno informar a la población sobre el riesgo al que se expone y a aconsejar que se evite realizar actividades físicas en el exterior mientras dure la condición meteorológica.
Según la Célula Interregional Medioambiental (Celine, del nombre en francés), el período ha sido “uno de los peores inviernos de los últimos cinco años en materia de contaminación del aire”.
En la misma época, cinco vecinos de la ciudad han prestado queja contra el gobierno regional de Bruselas, al que acusan de no tomar suficientes medidas para protegerles de la contaminación del aire, un caso que deberá empezar a ser juzgado en noviembre.
También la Comisión Europea (CE) llamó la administración de la capital belga al orden en 2016, urgiendo medidas para disminuir el número de vehículos individuales en las calles y para reducir los atascos, reputados como los mayores de Europa.
En respuesta, se puso en marcha, en junio de 2016, un plan anti-polución que tiene como eje central la prohibición de circular en 19 barrios para vehículos designados como más contaminantes, como aquellos puestos en circulación antes de 1990.
El gobierno regional tiene previsto instalar en las principales calles cámaras inteligentes capaces de escanear las matrículas de los infractores.
Bruselas, 12 Jun (Notimex).- La contaminación del aire está relacionada a 12 mil muertes prematuras al año en Bélgica y cuesta al sistema sanitario cerca de ocho mil millones de euros anuales, indican las cifras de la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Entre diciembre y febrero pasado, la capital, Bruselas, sobrepasó cuatro veces el umbral “informativo” de contaminación por partículas finas, un tipo de emisión generada por la combustión industrial, por vehículos y por la calefacción de edificios.
La exposición a dichas partículas, capaces de penetrar en los pulmones, aumenta el riesgo de cáncer, alergias y enfermedades cardiovasculares y respiratorias, como el asma.
Sobrepasar el umbral obliga al gobierno informar a la población sobre el riesgo al que se expone y a aconsejar que se evite realizar actividades físicas en el exterior mientras dure la condición meteorológica.
Según la Célula Interregional Medioambiental (Celine, del nombre en francés), el período ha sido “uno de los peores inviernos de los últimos cinco años en materia de contaminación del aire”.
En la misma época, cinco vecinos de la ciudad han prestado queja contra el gobierno regional de Bruselas, al que acusan de no tomar suficientes medidas para protegerles de la contaminación del aire, un caso que deberá empezar a ser juzgado en noviembre.
También la Comisión Europea (CE) llamó la administración de la capital belga al orden en 2016, urgiendo medidas para disminuir el número de vehículos individuales en las calles y para reducir los atascos, reputados como los mayores de Europa.
En respuesta, se puso en marcha, en junio de 2016, un plan anti-polución que tiene como eje central la prohibición de circular en 19 barrios para vehículos designados como más contaminantes, como aquellos puestos en circulación antes de 1990.
El gobierno regional tiene previsto instalar en las principales calles cámaras inteligentes capaces de escanear las matrículas de los infractores.
La expectativa con el plan es que la capital y sus 180 mil habitantes puedan recuperar la calidad del aire de aquí a 2020, como exige la CE.