Buenos Aires, 18 Oct .-Carlos Acuña, uno de los dos dirigentes de la CGT, lamentó que el gobierno insista en mantener una política económica que ha llevado al país a una crisis que incluye recesión, inflación, endeudamiento, devaluación y más pobreza y desempleo.
Agregó que el paro general, que sería el quinto en los casi tres años transcurridos desde que Macri asumió la presidencia, tendrá reclamos específicos contra los efectos de la debacle económica y social que están padeciendo los argentinos. “Una prioridad es que el gobierno evite los despidos y las suspensiones (laborales) hasta marzo del año que viene, la otra prioridad es la urgencia de (imponer un ingreso) mínimo de los jubilados y la tercera son las paritarias libres”, dijo, en referencia a la necesidad de que los incrementos salariales no tengan un tope para 2019.
En ese sentido, Acuña advirtió que las “paritarias”, es decir las negociaciones salariales entre sindicatos, empresas y el gobierno, sean libres para poder readecuarlas cada tanto conforme aumenten las tasas de inflación. Ello evitaría lo que ocurrió este año, ya que los salarios aumentaron entre un 15 y un 25 por ciento, pero la inflación anual rondarán entre el 45 y el 50 por ciento, lo que redujo el poder adquisitivo de todos los trabajadores.
La tensión de Macri con los sindicatos del país sudamericano aumentó en las últimas semanas, después de que un fiscal pidiera la detención de Pablo Moyano, un influyente líder del sindicato camionero. Desde la CGT denunciaron una persecución política contra el sindicalismo en general, mientras que el juez que desestimó el pedido de detención acusó presiones políticas y de medios de comunicación para que Moyano fuera a prisión.
La nueva huelga general se realizará el mismo mes en el que Macri será el anfitrión de la Cumbre del G20 a la que vendrán Donald Trump (Estados Unidos), Justin Trudeau (Canadá), Ángela Merkel (Alemania) y Xi Jinping (China), entre decenas de líderes mundiales.