ARGENTINA.- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció una drástica reducción del número de ministerios y la aplicación de impuestos a las exportaciones, entre otras medidas, para afrontar la crisis económica y financiera.
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En un mensaje televisado, dijo que reducirán a menos de la mitad a los 22 miembros de su gabinete; sobre el gravamen a las exportaciones, lo calificó de "malo, malísimo", pero necesario.
"Vamos a pedirles a los que tienen más capacidad de contribuir, me refiero a aquellos que exportan en la Argentina, que su aporte sea mayor", afirmó Macri.
Con un semblante muy serio, aseguró que con ello intenta dar a los mercados una señal clara de control del gasto para detener el déficit y la inflación, acelerada en los últimos días por una depreciación desmedida del peso frente al dólar, además de desterrar para siempre la corrupción.
El peso argentino se ha devaluado más de 50 por ciento en lo que va del año. Macri admitió que, con la devaluación de la moneda local, "la pobreza va a aumentar", por lo que anunció que destinará más ayuda económica y reforzará los planes alimentarios para los argentinos que sufren condiciones de pobreza, un tercio de la población.
"Tenemos que seguir haciendo todos los esfuerzos para equilibrar las cuentas del Estado", dijo. Macri, quien reconoció haber hecho gala de demasiado optimismo en sus previsiones, dijo que su cambio es "de raíz, profundo y de verdad".
"Esta crisis no va a ser una más, sino que tiene que ser la última", aseguró, y dijo que los últimos cinco meses fueron los peores de su vida después del secuestro que sufrió hace 27 años, cuando era empresario.
"Tenemos que seguir juntos hacia delante, con la determinación de que sí se puede. Tengo la fortaleza necesaria y estoy acá por ustedes, pero los necesito a ustedes más convencidos que nunca frente a los predicadores del miedo", aseveró.
ZNR