Un hombre fue declarado culpable del asesinato de su hijo de cinco semanas de edad, después de que le rompieron el cuello en 2017, cuando fue encontrado inconsciente en su casa de Beaumont Leys, Leicester, en Inglaterra.
Se trata de Michael Davis, quien recientemente se presentó ante el jurado, el cual fue informado de que el bebé, Ollie Davis, le rompieron 23 costillas, fracturas de cráneo, clavícula, ambos brazos y las articulaciones de todas sus extremidades antes de su muerte.
Después de un juicio en el Tribunal de la Corona de Leicester, la madre del niño, Kayleigh Driver, fue declarada inocente del asesinato.
La madre, de 31 años, también fue absuelta de un cargo separado de causar daños corporales graves a propósito, pero fue declarada culpable de permitir la muerte de un niño y de provocar o permitir que un menor sufriera lesiones físicas graves, sólo que fue puesta en libertad bajo fianza condicional.
El juez de primera instancia, el señor Cotter, le dijo a Davis, de 29 años, que se enfrenta a una cadena perpetua obligatoria y lo puso bajo custodia.
La pareja, proveniente de Carlisle Street, Leicester, será sentenciada el 10 de abril en un tribunal de Loughborough, según el juez.
A través de un comunicado, la familia del niño dio unas palabras para el pequeño.
“Ollie, llegaste a nuestro mundo el 21 de septiembre de 2017. Derretiste nuestros corazones con esos grandes ojos azules. Nuestro pequeño rayo de sol. Nos hemos quedado con un gran vacío en nuestros corazones. Ollie, la vida nunca ha sido la misma. Siempre estarás con nosotros, nuestro dulce muchacho. Recibe todo el amor y los besos que te enviamos”.
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¿Qué pasó con Ollie Davis?
Ollie fue encontrado sin vida en su cuna en el dormitorio que compartía con sus padres en Upper Temple Walk, en Leicester, la mañana del 21 de octubre de 2017. El bebé había muerto por los efectos retardados de una fractura de cuello y un examen post mortem indicó que tenía un total de 40 fracturas óseas.
Las heridas fueron causadas durante varios periodos superpuestos de hasta 10 días antes de la muerte del bebé, según escuchó el tribunal. Se dijo al jurado que la lesión mortal había sucedido entre cuatro y ocho días antes de la muerte de Ollie.
Los policías de Leicestershire dijeron que los expertos médicos descubrieron que las fracturas que sufrió no fueron accidentales y debieron haber sido causadas por abuso físico grave.
De acuerdo a los resultados de las revisiones, se reveló que las lesiones fueron causadas al infligir daño de diferentes maneras, incluido un golpe en la cabeza, torceduras en las extremidades y tiradas del cuello.
Con Natasha Batstone, detective, dijo que Ollie era un bebé nacido indefenso, abusado y asesinado por alguien que debería haberlo protegido y cuidado al máximo.
“Me gustaría agradecer a todos los testigos que testificaron en este juicio y extender mi más sentido pésame a la familia de Ollie, quienes espero puedan encontrar algo de consuelo ahora que finalmente tenemos justicia para Ollie”, comentó la detective.
AA