Mae Sai, Tailandia.— Los 12 niños integrantes de un equipo de futbol y su entrenador atrapados en una cueva del norte de Tailandia no se encuentran aún en condiciones de bucear durante una arriesgada operación de rescate que ya cobró la vida de una persona, dijo ayer el gobernador de Chiang Rai, Narongsak Ossottanakorn.
“Los niños están aprendiendo a bucear. Vamos a tomar el mínimo riesgo posible, pero no podemos esperar hasta que comiencen las fuertes lluvias y empeore la situación”, señaló Narongsak al referirse al temporal de precipitaciones que se acerca a la región.
La muerte de un buzo voluntario cuando realizaba una misión de abastecimiento, anunciada la mañana del viernes, representó un duro golpe para unas operaciones de salvamento que se realizan a contrarreloj, tras revelarse que el oxígeno en la cueva se agota. El ex sargento Saman Kunan, ex miembro de la Marina tailandesa, perdió el conocimiento cuando regresaba de colocar bombonas de oxígeno en la cueva.
Los rescatistas evalúan un plan que implica que un buzo adulto experimentado auxile a cada niño para salir buceando de la cueva, reveló la cadena CNN, citando como fuente a un funcionario estadounidense enterado de la propuesta. Un problema es la temperatura del agua, 20 grados, lo suficientemente fría como para causar hipotermia “incluso con trajes de neopreno”, según el buzo danés Ivan Karadzic. La BBC mencionó que los socorristas han cavado más de 100 hoyos, esperando encontrar una ruta directa a la cueva.
En el equipo de rescate participarían buzos de EU y expertos de Australia, Reino Unido y otras partes de Europa y Asia; sin embargo, por ahora eso no será posible, dado el estado debilitado de los menores, que tienen entre 11 y 16 años, y de su entrenador, de 25 años, atrapados en la cueva Tham Luang Nang, en la provincia de Chiang Rai, al norte de Bangkok. Ellos llegaron a ese lugar de paseo tras un partido de futbol, pero no pudieron ya salir debido a que partes del complejo de cuevas se inundaron. Pasaron nueve días antes de ser localizados, el lunes pasado.
Entrenador se disculpa. El entrenador, identificado como Ekkapol Chantawong, se disculpó por haber llevado a los niños a ese lugar. “Gracias por el apoyo moral, pido perdón a los padres”, escribió Ekkapol Chantawong, en una carta publicada hoy por los socorristas, que también difundieron misivas de los niños a sus familias.
“No se preocupen, papá y mamá. Hace dos semanas que me fui, pero volveré para ayudarles en la tienda”, escribió uno de los niños, Bew.
El contenido de oxígeno de la cámara en la que se encuentra el grupo es de 15%, menos de 21% recomendado. Un médico alertó de la posibilidad de que los niños comiencen a sufrir síntomas de hipoxia, por la falta de oxígeno en la sangre.
El gobernador Osottanakorn, si bien reconoció que el asunto del oxígeno es “un tema importante”, añadió que expertos británicos que estuvieron en la cámara —donde están los menores y el entrenador— dijeron que están bien y que los niños “aún pueden caminar y jugar”.
Los rescatistas intentan hacer llegar oxígeno al lugar donde se resguardan los menores. Para ello esperan introducir un tubo de 4.7 kilómetros de largo.
En un principio, las autoridades consideraron mantener a los niños y su entrenador en la cámara hasta que termine la temporada de lluvias monzónicas, en octubre, para que los niveles del agua cedan; sin embargo, la posibilidad de que se intensifiquen las lluvias y la cueva se inunde, pese a que se está bombeando agua hacia afuera, junto con la condición de los menores y los daños sicológicos que expertos advirtieron que una permanencia tan prolongada podría desatar, llevaron a reconsiderar esa alternativa.
Otra opción mencionada es buscar alguna otra entrada a la cueva, pero hasta ahora no se ha logrado, lo que también resulta complicado por la distancia que separa a la cámara donde están los niños de la superficie. El empresario sudafricano Elon Musk, cofundador de SpaceX, dijo que sus expertos en túneles viajarán a Tailandia para ayudar.