Lo que inició como unas vacaciones inofensivas terminó en tragedia para Amanda Albach, una joven de 21 años, que se había trasladado a Florianópolis, la capital de Santa Catarina, al sur de Brasil para asistir al cumpleaños de una amiga.
El pasado 13 de noviembre, Amanda publicó su última fotografía en redes sociales, se encontraba en Imbituba, un lugar turístico con playas que atraen a visitantes tanto locales como internacionales. Un día después de compartir esa imagen, la joven había desaparecido. Nadie, ni los amigos que viajaban con ella supieron a qué se debía su ausencia.
Según Bruno Fernandes, uno de los encargados de la investigación por la desaparición de la joven, desde el 14 de noviembre, han estado recabando datos e indagando en conjunto con la policía de Santa Catarina.
Interrogatorios clave
De acuerdo con el abogado de la familia, Michael Pinheiro, la policía encontró “incongruencias en las declaraciones” de los amistades de la joven. Algunos habían dicho que al retirarse la fiesta no volvieron a ver a Amanda. La última conversación de la familia con Amanda fue breve, solo les dijo a dónde iba y no la pudieron volver a localizar.
El último mensaje que recibió la familia fue las 20:40 horas, donde dijo que volvería a casa al día siguiente, sin embargo el celular se apagó y no ha vuelto a estar en línea en WhatsApp. Los padres destacaron que la última llamada con Amanda fue extraña, su tono de voz no era el habitual y se escuchaba mucho ruido exterior como de un viento muy fuerte.
Confesión
Los diversos indicios encontrados, condujeron a la policía hacia los sospechosos de la desaparición de Amanda hasta obtener una confesión. De acuerdo con la investigación, a la joven la llevaron a la playa de Irapirubá, le apuntaron con un arma y la obligaron a cavar su propia tumba. No solo eso sino que le dieron dos disparos que acabaron con su vida.
Lo más terrorífico del caso es que los asesinos enterraron a Amanda en el mismo hoyo que la obligaron a cavar. Los responsables del crimen son dos hombres y una mujer, quienes condujeron a la policía hasta la escena del crimen, 18 días después de cometerlo.
Motivo del crimen
De acuerdo con el jefe policial, Bruno Fernandes, uno de los amigos de Amanda se había sentido incómodo de que ella comentara con terceras personas, que él estaba involucrado en el tráfico de drogas.
Lo que puso más inquieto al presunto criminal fue que Amanda había estado en su casa y tenía fotos comprometedoras, por tanto “decidieron quitarle la vida”, admitió el policía investigador.
Hasta el momento tres de los responsables enfrentan un juicio fuera de la cárcel y uno más dentro al ser considerado el asesino material de la joven brasileña.
MEN