NUEVA JERSEY.- Cinco hombres, entre ellos el presunto autor de los disparos, fueron detenidos en relación con un tiroteo durante un partido de fútbol americano en una escuela secundaria de Nueva Jersey que fue producto de una "venganza mezquina", dijeron las autoridades el sábado. Tres personas resultaron heridas, dos de gravedad.
Los disparos en un estadio atestado donde los Panthers de Camden y los Greyhounds de Pleasantville disputaban un partido de playoff sembraron el pánico en espectadores y jugadores.
Un niño de 10 años se encontraba en estado crítico, mientras que un hombre de 27 se encontraba estable y aguardando una operación. Un chico de 15 años fue rozado por una bala. No se dieron a conocer los nombres de las víctimas.
El fiscal Damon Tyner dijo que el tiroteo no tenía relación alguna con las escuelas, sino que se trató de un acto de "venganza mezquina" entre bandas de delincuentes.
Tyner dijo que Alvin Wyatt, de 31 años y vecino de Atlantic City, fue acusado de intento de homicidio y portación ilegal de armas. Otros tres hombres fueron acusados de portación de armas y el restante de portación y de evadir el arresto.
El estadio en Pleasantville, cerca de Atlantic City, estaba repleto de gente el viernes para ver a los Greyhounds, que esta temporada ganaron su primer título en 43 años.
Los videos obtenidos por The Associated Press muestran a la gente cayendo al suelo, corriendo desde las gradas y saltando por encima de las cercas de cadenas mientras se escuchan disparos. Se escuchan por lo menos seis balazos en un video de Jersey Sports Zone, que también muestra a los jugadores detenerse a mitad del juego, mirar las gradas y luego girar y correr.
Los espectadores asustados y algunos de los jugadores derribaron una valla en su prisa por escapar de los límites del campo. Algunos niños acabaron separados de sus padres y otros padres abrazaron a sus bebés y niños pequeños para evitar que fueran atropellados por quienes huían, según Jonathan Diego, que estaba en el juego en Pleasantville, cerca de Atlantic City.
"Fue un caos, literalmente gente que venía corriendo en multitud", agregó Diego, quien ayudó a entrenar a un equipo de fútbol juvenil de Pleasantville que participó en un partido en el que tres personas resultaron heridas de bala en 2005. Todos sobrevivieron. Ese mismo equipo estaba practicando en 2015 cuando un espectador fue baleado pero sobrevivió.
mvls