Dos personas murieron el miércoles en el aeropuerto de Santiago cuando una docena de ladrones intentaron llevarse sin éxito 32,5 millones de dólares que acababan de ser descargados de un avión procedente de Estados Unidos.
"Había llegado una carga valorada en un avión Latam desde Miami, que debía ser retirada por la empresa Brinks, instante en el cual los sujetos irrumpen en dicho lugar y fueron repelidos por funcionarios de seguridad", aseguró el fiscal Eduardo Baeza, a cargo de la investigación.
Producto del tiroteo murió un funcionario de la Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC), identificado como Claudio Villar Rodríguez, de 45 años, y uno de los delincuentes.
Los ladrones ingresaron en tres vehículos a la terminal aérea a las 7:30 horas, rompieron una reja y se dirigieron a la zona de carga. Al ser sorprendidos, huyeron y prendieron fuego a dos vehículos en su fuga en una autopista cercana.
En el frustrado atraco se evidenció una alta preparación de la acción, de acuerdo a las autoridades.
"Llegaron delincuentes con acabada planificación, violencia y alto poder de fuego, pese a lo cual fueron repelidos por nuestros funcionarios", relató a la prensa Raúl Jorquera, director de la DGAC.
Los delincuentes aspiraban a sustraer la gran cantidad de efectivo que estaba siendo cargada a un camión blindado. "Entraron por un punto alejado de la actividad aeronáutica rutinaria, por ahí entraron y por ahí se alertó" (a las policías), agregó el funcionario.
MQ