TOKIO.- Japón se vio impactado por la mayor contracción económica de la que se tiene constancia en el segundo trimestre, ya que la pandemia de coronavirus aplastó el consumo y las exportaciones, manteniendo bajo presión a las autoridades para adoptar medidas más audaces que eviten una recesión aún más profunda.
El tercer trimestre consecutivo de descensos redujo el tamaño del producto interior bruto (PIB) real a mínimos de una década, eliminando los beneficios de las políticas de estímulo económico del primer ministro Shinzo Abe, conocidas popularmente como "Abenomics" y desplegadas a finales de 2012.
Si bien la economía está saliendo del estancamiento tras el levantamiento de los confinamientos a finales de mayo, muchos analistas prevén que cualquier repunte en el trimestre actual será modesto, ya que los consumidores siguen apretándose el cinturón ante el incremento de los rebrotes de COVID-19.
"El gran descenso puede explicarse por la disminución del consumo y las exportaciones", dijo Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.
"Espero que el crecimiento se vuelva positivo en el trimestre de julio a septiembre. Pero a nivel mundial, el repunte es lento en todas partes excepto en China".
La tercera economía más grande del mundo se contrajo un 27,8 por ciento anualizado en abril-junio, según mostraron el lunes los datos del gobierno, marcando el mayor descenso desde que se dispuso de datos comparables en 1980 y ligeramente por encima de la previsión del mercado, que de media apostaba por una caída del 27,2 por ciento.
Si bien la contracción fue inferior al 32,9 por ciento registrado por Estados Unidos, supera con creces la caída del 17,8 por ciento que sufrió Japón en el primer trimestre de 2009, cuando el colapso de Lehman Brothers sacudió los mercados financieros mundiales.
El volumen del PIB real del Japón se redujo a 485 billones de yenes, el más bajo desde abril-junio de 2011, cuando el país todavía sufría dos décadas de deflación y estancamiento económico.
cog
TOKIO.- Japón se vio impactado por la mayor contracción económica de la que se tiene constancia en el segundo trimestre, ya que la pandemia de coronavirus aplastó el consumo y las exportaciones, manteniendo bajo presión a las autoridades para adoptar medidas más audaces que eviten una recesión aún más profunda.
El tercer trimestre consecutivo de descensos redujo el tamaño del producto interior bruto (PIB) real a mínimos de una década, eliminando los beneficios de las políticas de estímulo económico del primer ministro Shinzo Abe, conocidas popularmente como "Abenomics" y desplegadas a finales de 2012.
Si bien la economía está saliendo del estancamiento tras el levantamiento de los confinamientos a finales de mayo, muchos analistas prevén que cualquier repunte en el trimestre actual será modesto, ya que los consumidores siguen apretándose el cinturón ante el incremento de los rebrotes de COVID-19.
"El gran descenso puede explicarse por la disminución del consumo y las exportaciones", dijo Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.
"Espero que el crecimiento se vuelva positivo en el trimestre de julio a septiembre. Pero a nivel mundial, el repunte es lento en todas partes excepto en China".
La tercera economía más grande del mundo se contrajo un 27,8 por ciento anualizado en abril-junio, según mostraron el lunes los datos del gobierno, marcando el mayor descenso desde que se dispuso de datos comparables en 1980 y ligeramente por encima de la previsión del mercado, que de media apostaba por una caída del 27,2 por ciento.
Si bien la contracción fue inferior al 32,9 por ciento registrado por Estados Unidos, supera con creces la caída del 17,8 por ciento que sufrió Japón en el primer trimestre de 2009, cuando el colapso de Lehman Brothers sacudió los mercados financieros mundiales.
El volumen del PIB real del Japón se redujo a 485 billones de yenes, el más bajo desde abril-junio de 2011, cuando el país todavía sufría dos décadas de deflación y estancamiento económico.
cog