En un acto de asombrosa determinación, la dueña de una tienda de ropa en Guayaquil, Ecuador, se convirtió en la protagonista de un enfrentamiento armado para proteger su patrimonio y a sus acompañantes.
Lo que inició como una tarde tranquila de ventas, terminó en un intercambio de disparos que obligó a dos delincuentes a huir despavoridos del establecimiento.
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Un ataque coordinado
Las cámaras de seguridad del local captaron la secuencia completa. En el video se observa a tres personas: la propietaria, un empleado y una mujer de la tercera edad que descansaba cerca del mostrador. La calma se rompió cuando un sujeto, fingiendo ser un cliente interesado en la mercancía, ingresó al local.
En el momento en que la dueña se acercó para ofrecerle asistencia, el delincuente reveló sus verdaderas intenciones: extrajo un arma de fuego de entre sus ropas y comenzó a amenazar a los presentes.
Mientras el primer asaltante encañonaba al empleado —quien levantó las manos en señal de rendición—, un segundo cómplice entró violentamente para someter a la adulta mayor, levantándola de su asiento con brusquedad.
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La reacción que cambió el juego de los delincuentes: Revelan video de los hechos
Lejos de paralizarse por el miedo, la comerciante aprovechó un segundo de distracción de los atacantes. Con movimientos calculados, se deslizó detrás del mostrador y alcanzó un arma de fuego que mantenía oculta en un cajón para emergencias.
Al percatarse del movimiento, uno de los criminales intentó abalanzarse sobre ella para desarmarla, pero fue demasiado tarde. La mujer, con determinación absoluta, abrió fuego a corta distancia, obligando al primer sujeto a retroceder y escapar hacia la salida.
El cómplice que permanecía dentro intentó responder al ataque disparando contra el empleado mientras buscaba cobertura entre los anaqueles de ropa. Sin embargo, al verse superado por la ráfaga de disparos de la propietaria y notar que su compañero ya había huido, decidió abandonar el botín. El delincuente salió corriendo del lugar para evitar ser alcanzado por las balas.
El video concluye con una escena de alta tensión: el empleado toma el arma de la mujer para salir tras los asaltantes, mientras la dueña y la anciana intentan asimilar el violento episodio. Afortunadamente, la rápida y valiente reacción de la mujer evitó que se consumara el robo y, sobre todo, protegió la integridad de su equipo.
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