Roma.- El papa Francisco afirmó hoy que el chisme es una “plaga peor que el covid-19”, agregando que este hecho es uno de los principales factores por los cuales se ha pretendido dividir a la Iglesia Católica. Esta comparativa con la pandemia del coronavirus generó que se desviara por un instante de su lectura bíclica.
No es la primera vez que el pontífice sitúa al chisme y las críticas hacia los demás en iguales condiciones a hechos globales, en marzo del año pasado afirmó que este tipo de cuestionamientos son "como una bomba atómica. Antes de decirle a los demás, tómate un espejo y mírate”.
En esta nueva ocasión, el papa Francisco redobló su frecuente queja sobre chismes dentro de las comunidades eclesiásticas e incluso dentro de la burocracia del Vaticano. Sin dar detalles durante su bendición semanal, comentó que el diablo es el “chismoso mayor” que busca dividir a la iglesia con sus mentiras.
“Por favor, hermanos y hermanas, tratemos de no chismear”, dijo. “El chisme es una plaga peor que el covid. Peor. Hagamos un gran esfuerzo: ¡no chismes!”.
Los comentarios de Francisco se produjeron mientras hablaba sobre un pasaje del Evangelio sobre la necesidad de corregir a los demás en privado cuando hacen algo mal. La jerarquía católica ha confiado durante mucho tiempo en esta “corrección fraternal” entre sacerdotes y obispos para aleccionarlos cuando yerran sin ventilar los problemas en público.
Sobrevivientes de abuso sexual han dicho que esta forma de reprimenda privada ha permitido que el abuso se agrave en la iglesia y que tanto los sacerdotes depredadores como los superiores que los encubrieron escapen del castigo.
El papa Francisco afirmó hoy que el chisme es una “plaga peor que el covid-19”, agregando que este hecho es uno de los principales factores por los cuales se ha pretendido dividir a la Iglesia Católica. Esta comparativa con la pandemia del coronavirus generó que se desviara por un instante de su lectura bíclica.
No es la primera vez que el pontífice sitúa al chisme y las críticas hacia los demás en iguales condiciones a hechos globales, en marzo del año pasado afirmó que este tipo de cuestionamientos son "como una bomba atómica. Antes de decirle a los demás, tómate un espejo y mírate”.
En esta nueva ocasión, el papa Francisco redobló su frecuente queja sobre chismes dentro de las comunidades eclesiásticas e incluso dentro de la burocracia del Vaticano. Sin dar detalles durante su bendición semanal, comentó que el diablo es el “chismoso mayor” que busca dividir a la iglesia con sus mentiras.
“Por favor, hermanos y hermanas, tratemos de no chismear”, dijo. “El chisme es una plaga peor que el covid. Peor. Hagamos un gran esfuerzo: ¡no chismes!”.
Los comentarios de Francisco se produjeron mientras hablaba sobre un pasaje del Evangelio sobre la necesidad de corregir a los demás en privado cuando hacen algo mal.
La jerarquía católica ha confiado durante mucho tiempo en esta “corrección fraternal” entre sacerdotes y obispos para aleccionarlos cuando yerran sin ventilar los problemas en público.
Sobrevivientes de abuso sexual han dicho que esta forma de reprimenda privada ha permitido que el abuso se agrave en la iglesia y que tanto los sacerdotes depredadores como los superiores que los encubrieron escapen del castigo.