El Mes del orgullo siempre llega con sus polémicas, ya que los colectivos en cierto sentido exhiben un mensaje y una ideología política que no es aceptada por todos y esta vez le llegó a Aleksander Ceferin.
Con motivo del partido de Alemania contra Hungría este miércoles por la noche, ya que el alcalde de Munich, Dieter Reiter, propuso iluminar el estadio con los "colores del arcoíris" como muestra de solidaridad con el colectivo LGBT de Hungría.
El alcalde de la capital bávara había solicitado que el estadio de la ciudad se luciera de arcoíris como un gesto de solidaridad con la comunidad LGBT en Hungría, donde el 15 de junio se aprobó una ley que prohíbe la "promoción" de contenido LGBT a menores de 18 años. Activistas han criticado la decisión de la UEFA, argumentando que prohibir el gesto no es un acto neutral.
Peter Szijjarto, Ministro del Exterior húngaro, por su parte, se pronunció en contra diciendo que “creo que es extremadamente peligroso mezclar política y deporte”. Hungría aprobó una contra la "promoción" de contenido LGBT este 15 de junio.
Una piedra más en el zapato de Ceferin, o de la UEFA, que en días anteriores, fue criticada por investigar al capitán de la selección alemana, Manuel Neuer, por usar un brazalete con los colores del arcoíris, el expediente fue archivado el domingo 20 de junio.
Finalmente, la UEFA rechazó la solicitud de la alcaldía de Múnich para iluminar la Allianz Arena para el partido entre Alemania y Hungría de la Eurocopa este miércoles, argumentando que es "una organización política y religiosamente neutra".
A la discusión se sumó el FC Barcelona con una bandera de arcoíris detrás del escudo, lo mismo que clubes alemanes como el Schalke, Wolfsburg y el Colonia que se posicionaron a favor de mostrar la bandera.
GR