El papa Francisco confirmó durante un encuentro con religiosas que las mujeres son “generosas” y “valientes”, pero que en ocasiones también hay alguna “neurótica” como en “todas partes”.
“Es propio de las mujeres ser generosas, así es. A veces hay alguna neurótica, pero esto pasa un poco en todas partes, ¿no?”, señaló el pontífice al recibir a las participantes en la Asamblea General de la Unión de Madres Superioras de Italia en el Vaticano.
En su discurso, difundido por la Santa Sede, Francisco dedicó diversas palabras a describir su visión de las mujeres como “buenas, que saben crear nuevos caminos, saben dar” y también son “valientes”.
Incluso, el pontífice recordó que las mujeres, de acuerdo al evangelio, fueron las primeras “testigos de la resurrección del Señor”, quienes además informaron la noticia al resto de los discípulos.
“Estas mujeres no eligieron el encuentro para ellas solas, ni hacer el camino solas: eligieron caminar con otras, porque es propio de las mujeres ser generosas, así es”, dijo el papa.
Acerca de la vida consagrada, Francisco solicitó que estén pendientes de las enfermedades relacionadas a la dedicación religiosa.
“Me gustaría destacar una que va en contra de todo lo que hemos dicho: la amargura. Ese espíritu de amargura interior. Siempre mirando las dificultades, siempre haciendo un monumento al ‘pero, aunque’, siempre repitiendo que las cosas están mal”, explicó el pontífice.
El papa Francisco pidió que cuando este tipo de “amargura interior” suceda en comunidades o en algunas monjas, que les ayuden a salir de esta situación, de las personas melancólicas que piensan que los viejos tiempos eran mejores. “Ese es el elixir del diablo, el licor de la amargura”, dijo.
Y por último, Francisco solicitó que las mujeres deben sembrar esperanza, que no es lo mismo que ser sembradoras de optimismo, ya que ser mujer es dar vida, abrir caminos y llamar a otros.
AA