Dos días después de los disturbios ocurridos en un acto de supremacistas blancos en Estados Unidos, el presidente Donald Trump condenó finalmente de manera enérgica el racismo, tildando de "repugnantes" a los grupos neonazis y al Ku Klux Klan (KKK).
"El racismo es el mal", dijo el mandatario desde la Casa Blanca. "Y los que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes a todo lo que queremos como estadunidenses", añadió.
Una mujer de 32 años murió y otras 19 personas resultaron heridas al ser embestidas por un vehículo el sábado en Charlottesville (Virginia, este), en medio de enfrentamientos de supremacistas blancos, entre los que había miembros del KKK, con manifestantes antirracistas.
Trump, criticado por demócratas y republicanos de indulgencia hacia la extrema derecha por su tibia respuesta inmediata, prometió "justicia" y analizar el tema con el fiscal general Jeff Sessions y el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray. "A cualquiera que haya actuado criminalmente en la violencia racista de este fin de semana, se lo hará plenamente responsable. Se hará justicia", afirmó.
El Departamento de Justicia lanzó una investigación de derechos civiles por el incidente en el que murió Heather Heyer, de 32 años. El conductor del vehículo, James Fields, de 20 años, sigue arrestado luego de que un juez le negara libertad bajo fianza y enfrenta cargos de asesinato en segundo grado.
El joven residente de Ohio (norte) tenía posiciones "muy radicales" y simpatizaba con Adolfo Hitler, dijo a la prensa Derek Weimer, profesor de Fields en la secundaria.
Este ataque "entra en la definición de terrorismo interno en nuestro estatuto", afirmó el fiscal general Sessions más temprano en la cadena ABC, considerándolo "inequívocamente (...) inaceptable y malvado". Aseguró que el gobierno presentará los cargos más graves posibles.
En Charlottesville, las autoridades seguían recibiendo reportes de agresiones y otros crímenes presuntamente cometidos el fin de semana, informó el jefe de policía local, Al Thomas. Dos agentes que participaban en el operativo de seguridad en Charlottesville el sábado también murieron, pero sus fallecimientos fueron producto de un accidente del helicóptero que los transportaba. Entre los heridos, diez seguían hospitalizados sin riesgo de vida y nueve habían sido dados de alta, informó el sistema de salud de la Universidad de Virginia.
La controversia en torno de Trump motivó la renuncia de un destacado ejecutivo afrodescendiente a su puesto de asesor económico del presidente. "Los líderes de Estados Unidos deben honrar nuestros valores fundamentales al rechazar claramente las expresiones de odio, intolerancia y supremacía, que van en contra del ideal estadunidense de que todas las personas son creadas iguales", dijo Kenneth Frazier, gerente del gigante farmacéutico estadunidense Merck, al anunciar su dimisión.
"Como CEO de Merck y como una cuestión de conciencia personal, siento la responsabilidad de tomar posición contra la intolerancia y el extremismo", escribió Frazier en Twitter, recordando que la "fuerza" de Estados Unidos radica en su "diversidad". Trump no tardó en responder en torno sarcástico: Frazier "va a tener más tiempo para dedicarse a reducir el precio totalmente abusivo de los medicamentos", tuiteó.