Ciudad del Vaticano, 30 Mar (Notimex).- La figura de Martín Lutero es analizada con una “nueva mirada” en El Vaticano, que deja de verlo como “la encarnación del diablo”, y reconoce su voluntad original que era reformar a la Iglesia católica desde dentro.
El presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, Bernard Ardura, constató la necesidad de una relectura de los acontecimientos que precipitaron la separación del monje alemán y muchas otras iglesias europeas de la autoridad de Roma.
Para ello, esta semana se lleva a cabo a unos pasos de la Plaza de San Pedro el congreso internacional de estudios “Lutero, 500 años después. Una relectura de la reforma luterana en su contexto histórico y eclesial”.
“Hay que preguntarse cuáles son los elementos no teológicos que llevaron a la ruptura, entre ellos los políticos. No olvidemos que en Alemania había tensiones entre los príncipes españoles y los emperadores”, explicó Ardura, en entrevista con Notimex.
Recordó que el económico fue otro de los motivos que desencadenaron la reforma, porque gracias a ella las autoridades civiles pudieron secularizar todos los bienes eclesiásticos. Para Ardura, Lutero no fue el único en darse cuenta que la Iglesia Católica requería ser cambiada, en su tiempo ya existían “señales de reforma” entre algunos obispos y órdenes religiosas.
Además, subrayó que la práctica de la venta de indulgencias, la “chispa que hizo estallar la pólvora” para Lutero, desde hace mucho tiempo se reconoció como “no en consonancia con la realidad espiritual”.
Fue la venta de indulgencias la que empujó a Lutero a escribir sus 50 tesis, toda una serie de críticas del teólogo a la forma de actuación del papado de entonces. Corría el año 1517, e iniciaba así la reforma luterana.
“Al inicio, él (Lutero) quería hacer una reforma al interno de la Iglesia. Hubo una evolución, presiones de todo tipo, que desembocaron en la ruptura. Pero es claro que, al inicio, Lutero había buscado un camino espiritual”, siguió el presidente del Pontificio Comité.
Precisó que esas presiones y todo el contexto político de la época, serán el marco del congreso que tiene lugar estos días y en el cual intervendrá Alicia Mayer González, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su participación está prevista para mañana viernes y se centrará en el tema: “La recepción de Lutero en la Nueva España”.
Ardura estableció que el objetivo del encuentro es promover una historia neutra, honesta y sostenida por los documentos, pero aceptó que se trata de una tarea difícil.
Advirtió que no se puede hablar de una “rehabilitación” de Lutero, pero consideró necesario reconocer que su punto de partida “era bueno”, aunque después se pervirtió también por la influencia de elementos externos.
Sostuvo que el teólogo alemán vivió su “propio drama personal”, ya que siendo monje dejó sus votos y se casó con una mujer, también religiosa, lo cual no pudo ocurrir “sin una crisis personal profunda”, elementos que también lo empujaron a la ruptura.