La ciudad de Iquique, al norte de Chile, afrontó una segunda etapa de alteración a través de manifestaciones con bloqueos de carreteras, cierre del aeropuerto y de comercios, en protesta contra el aumento de la delincuencia que algunos habitantes vinculan a la inmigración ilegal de venezolanos, que dese hace meses afecta la zona.
Automovilistas de camiones de carga obstruían la circulación en diferentes entradas a Iquique un día después de una manifestación en la población costera que provocó algunos incidentes. Los cortes de tránsito afectaban desde temprano los servicios del aeropuerto que se encuentra ubicado al exterior de la ciudad, a más de mil 400 kilómetros al norte de Santiago.
De acuerdo a la terminal de la página web, las operaciones de salida y de llegada al aeropuerto Diego Aracena se suspendieron temporalmente, debido a la huelga de actividades que sucede en Iquique. Esta interrupción se mantendrá hasta que se levante el bloque del acceso al personal de las líneas aéreas y del terminal.
Cabe señalar que esta unidad ha sido uno de los principales puntos de llegada de migrantes venezolanos que ingresan al país chileno mediante la altiplánica frontera terrestre con Bolivia.
Además, siete personas provenientes de Venezuela golpearon a dos policías en Iquique la semana pasada, por lo que provocó indignación en la población, y alrededor de cuatro mil personas salieron a protestar aventando ataques a extranjeros y frases xenófobas para demandar que la masiva presencia de inmigrantes indocumentados incrementó la delincuencia e inseguridad en la ciudad.
Varios migrantes que arriban a Chile en condiciones precarias, instalan de manera improvisada campamentos en plazas y en otros espacios públicos, lo que ha producido el repudio de los habitantes de la localidad, quienes asocian la crisis con el incremento de la criminalidad.
Por su parte, la corporación de taxistas de Iquique congregó a una caravana en rechazo al incremento de la delincuencia. La mayoría de los inmigrantes son venezolanos en condiciones de pobreza extrema. Las personas que cruzan con más recursos económicos y familiares en Chile llegan hasta ciudades del sur o a la capital, sin embargo, los más desamparados instalan sus campamentos en plazas o playas de esta ciudad.
Los severos pasos altiplánicos del norte de Chile continúan produciendo la principal ruta de ingreso ilegal al país, a pesar de los peligros obtenidos de su geografía y a la propia pandemia y crisis social que se esparció en el territorio nacional desde 2019. La agencia de la ONU para los Refugiados, notificó que alrededor de 500 refugiados y migrantes venezolanos cruzan diariamente por pasos fronterizos irregulares entre Bolivia y Chile, y llegan al país tras varios días sin comer, con deshidratación e hipotermia.
AA