ESPECIAL.- El miedo a contagiarse de COVID-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus, ha provocado un aumento brusco de la demanda de mascarillas y una consecuente escasez, a pesar de que la mayoría de la gente que no está enferma no las necesita.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) no recomiendan que la gente use mascarillas para protegerse del virus. Deben usarlas las personas infectadas o las que exhiben síntomas tales como fiebre y dificultad para respirar, así como los trabajadores de la salud.
Sin embargo, están agotadas en muchos negocios, mientras que otros venden cantidades limitadas a cada cliente. Amazon vigila su página en un intento por evitar que vendedores inescrupulosos aprovechen el pánico para elevar los precios.
En Corea del Sur se formaban filas de cientos de personas para comprarlas en una tienda de productos de precios reducidos. El rumor de que el papel higiénico y las servilletas de papel sirven como mascarillas ha vaciado las estanterías correspondientes de las tiendas en varios países de Asia.
La escasez afecta tanto a la gente que intenta protegerse como los centros médicos.
Algunos directivos del sector atribuyen la escasez no solo a la alta demanda sino también a los trastornos en la cadena de suministros. China es de lejos el primer fabricante mundial de mascarillas quirúrgicas: el 50 por ciento según sus propios cálculos. Sin embargo, las fábricas que han incrementado la producción dicen que tienen problemas para satisfacer la demanda. El gobierno se ha hecho cargo de la producción y las exportaciones han caído bruscamente.
“Antes de la epidemia exportábamos 600 mil a 700 mil mascarillas quirúrgicas por mes, pero ahora la cifra es cero”, dijo David Peng, gerente de la Ningbo Buy Best International Trading Co. en Ningbo, al sur de Shanghái.
Los proveedores de la empresa en Hubei, cerca del centro del brote, tienen órdenes de dar prioridad a los pedidos del gobierno.
Además de la escasez de mano de obra, los fabricantes dicen que es difícil conseguir la materia prima de las mascarillas.
“En la actualidad solo recibimos pedidos del exterior y tratamos de negociar con los clientes de ultramar para ver si es posible hacer las entregas dentro de unos meses”, dijo Tony Zhou, gerente de ventas de Suzhou Sanical Protective Products Manufacturing Co.
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ESPECIAL.- El miedo a contagiarse de COVID-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus, ha provocado un aumento brusco de la demanda de mascarillas y una consecuente escasez, a pesar de que la mayoría de la gente que no está enferma no las necesita.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) no recomiendan que la gente use mascarillas para protegerse del virus. Deben usarlas las personas infectadas o las que exhiben síntomas tales como fiebre y dificultad para respirar, así como los trabajadores de la salud.
Sin embargo, están agotadas en muchos negocios, mientras que otros venden cantidades limitadas a cada cliente. Amazon vigila su página en un intento por evitar que vendedores inescrupulosos aprovechen el pánico para elevar los precios.
En Corea del Sur se formaban filas de cientos de personas para comprarlas en una tienda de productos de precios reducidos. El rumor de que el papel higiénico y las servilletas de papel sirven como mascarillas ha vaciado las estanterías correspondientes de las tiendas en varios países de Asia.
La escasez afecta tanto a la gente que intenta protegerse como los centros médicos.
Algunos directivos del sector atribuyen la escasez no solo a la alta demanda sino también a los trastornos en la cadena de suministros. China es de lejos el primer fabricante mundial de mascarillas quirúrgicas: el 50 por ciento según sus propios cálculos. Sin embargo, las fábricas que han incrementado la producción dicen que tienen problemas para satisfacer la demanda. El gobierno se ha hecho cargo de la producción y las exportaciones han caído bruscamente.
“Antes de la epidemia exportábamos 600 mil a 700 mil mascarillas quirúrgicas por mes, pero ahora la cifra es cero”, dijo David Peng, gerente de la Ningbo Buy Best International Trading Co. en Ningbo, al sur de Shanghái.
Los proveedores de la empresa en Hubei, cerca del centro del brote, tienen órdenes de dar prioridad a los pedidos del gobierno.
Además de la escasez de mano de obra, los fabricantes dicen que es difícil conseguir la materia prima de las mascarillas.
“En la actualidad solo recibimos pedidos del exterior y tratamos de negociar con los clientes de ultramar para ver si es posible hacer las entregas dentro de unos meses”, dijo Tony Zhou, gerente de ventas de Suzhou Sanical Protective Products Manufacturing Co.
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