Un tercio de las más de mil 500 especies conocidas como tiburones pueden extinguirse en los próximos años debido a la presión pesquera, la destrucción de sus hábitats naturales y la crisis climática, según especialistas.
Más de 400 expertos internacionales debaten en Valencia la manera de detener la extinción masiva de tiburones, rayas y quimeras, los vertebrados más amenazados del planeta sólo por detrás de los anfibios, en el Congreso Internacional de Tiburones.
El congreso, inaugurado este 20 de octubre y que se extenderá hasta el sábado, se celebra por primera vez en Europa, en el Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, tras las anteriores ediciones en Australia, Suráfrica y Brasil.
Esta extinción masiva supondría la pérdida de pesquerías comerciales y la degradación de ecosistemas como los arrecifes de corales. La intención del congreso es crear una comunidad cohesionada para llamar la atención sobre este problema y coordinar una presión política para cambiar las leyes, según Pablo García Salinas, uno de los organizadores.
La elección de Valencia para este foro se debe a que esta ciudad tiene mucha vida mediterránea, ya que es uno de los puntos con mayor biodiversidad de especies de rayas y tiburones del mundo. Además, en su litoral se puede encontrar algunas de las amenazas que afrontan estas especies empezando por la sobrepesca.
García Salinas mencionó que el Mediterráneo es un “mar difícil” para la conservación de la biodiversidad debido a que es pequeño y lleva siendo explotado desde hace tiempo desde el punto de vista económico, una actividad en la que destaca España porque es el motor de la UE en sobrepesca y el principal exportador de productos derivados de tiburón.
Inclusive, estos animales son objeto de la pesca, ya que se aprovecha todo, desde su carne barata, piel que se hace cuero, colágeno que se extrae de sus cartílagos para suplementos alimenticios, adornos de joyería obtenidos de los huesos, y es la base de piensos de ganado y mascotas.
AA