La explosión registrada este jueves delante de la embajada de Estados Unidos en Pekín fue causada por un hombre que resultó herido cuando intentaba encender un pequeño artefacto explosivo, informó la policía local.
El hombre de 26 años, oriundo de la región autónoma de Mongolia Interior (norte), fue hospitalizado y está fuera de peligro, precisó un comunicado de la policía china.
La explosión no causó víctimas ni otros heridos, según este mismo comunicado.
El sospechoso, de 26 años y procedente de la Mongolia Interior, encendió a las 13H00 (05H00 GMT) un explosivo de pequeñas dimensiones "que parecía un petardo", informó la Oficina de seguridad pública de la capital china.
"Escuchamos una explosión bastante fuerte a las 13h00. Salimos a la calle, pero la policía instaló rápidamente un cordón de seguridad", declaró a la AFP una empleada que trabaja en esa misma calle.
"Podíamos ver un objeto cubierto por una manta", añadió precisando que se trataba de un "objeto" y no de un cuerpo humano.
Las fotos y los vídeos que circulan en internet muestran una cortina de humo al exterior del inmenso complejo diplomático.
La embajada de Estados Unidos se negó a comentar esta información pero una fuente oficial cercana al lugar confirmó que hubo "un incidente".
Una vez aclarado el origen del incidente, la calma volvió al lugar aunque seguía presente un importante dispositivo policial.
"No vi exactamente lo que sucedió, pero fui testigo de la explosión y de todo el humo", aseguró una mujer china que hacía cola en la embajada estadounidense para realizar los trámites de petición de un visado.
"Había humo por todos lados. Dijeron que se trataba de alguien que poseía un explosivo. Escuché algunas personas que decían que tenía las manos heridas", añadió.
Según las imágenes, la explosión se produjo cerca del lugar donde los ciudadanos chinos hacen la fila para tramitar la visa en la embajada estadounidense.
El área diplomática donde ocurrió este incidente está en las afueras de Pekín y se encuentran varias embajadas, incluidas la de India e Israel.
El año pasado, un joven, de 22 años, que sufría una enfermedad mental, según las autoridades, hizo estallar una bomba artesanal delante de un colegio en el este del país. Un atentado que provocó ocho muertos y 65 heridos.