LIMA. - El gobierno de Estados Unidos dijo estar preparado para imponer sanciones sobre cualquier empresa internacional que haga negocios en Venezuela, tras haber congelado activos del Estado venezolano para redoblar su presión sobre su mandatario en una jugada tildada de "terrorismo económico" por Rusia.
En una cumbre en Lima, la capital de Perú, para discutir la situación en Venezuela, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, subrayó que se necesitaba una mayor presión internacional y que las autoridades estadounidenses ahora pueden apuntar contra cualquier persona, incluyendo extranjeros, que respalden al gobierno de Nicolás Maduro.
"Estamos enviando una señal a quienes quieren hacer negocios con el régimen de Maduro: procedan con extrema precaución", dijo Bolton. "El momento para el diálogo ha terminado. Ahora es el momento de la acción".
Durante la reunión de representantes de 59 países y de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo y la Unión Europea, Bolton acusó al mandatario socialista de buscar ganar tiempo entablando negociaciones con la oposición.
Bolton advirtió a Rusia, junto con China una de las dos aliadas más poderosas del gobierno sudamericano, que no preste más ayuda a Maduro. "Maduro está al final de su cuerda", dijo.
Pero la cancillería rusa respondió que la medida de congelar los activos del gobierno venezolano equivale a "terrorismo económico", según la agencia de noticias RIA.
Las nuevas sanciones fueron impuestas en un decreto del presidente estadounidense Donald Trump dado a conocer el lunes por la noche.
La reelección de Maduro ha sido considerada irregular por Washington y decenas de democracias occidentales, que reconocieron al líder opositor Juan Guaidó después de que se proclamara presidente encargado citando a la Constitución.
Trump ha exhortado varias veces a Maduro a dejar el poder.
Durante el encuentro en Lima, Bolton presentó a los otros funcionarios las medidas adoptadas por Estados Unidos y pidió que siguieran el ejemplo y tomaran decisiones similares, dijo el canciller anfitrión, Néstor Popolizio.
"Eso dependerá de la legislación de cada uno de los países", dijo el funcionario peruano a periodistas.
Venezuela sufre una profunda crisis económica marcada por una hiperinflación desde hace varios años, un colapso de sus servicios públicos y un escasez de productos que ha empujado a un éxodo calculado por la ONU en unos 4 millones de personas.
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