La muerte de un ser querido sin duda es un hecho doloroso que no se le desea a nadie, pero lamentablemente es algo inevitable. Tal como le sucedió a James Bernard Hendricks, de 66 años, que murió de manera inesperada mientras acudía al Parque Nacional Arches, en Utah, para esparcir las cenizas de su padre.
De acuerdo con autoridades, James vivía en Austin (Estados Unidos) y desde hace dos semanas publicó en redes sociales que comenzaría un largo viaje para honrar la memoria de su padre fallecido. Sin embargo, ni él ni sus familiares esperaban el fatídico final.
“Hoy crucé hacia el este […] Mientras crestaba los pasos de alta montaña, y cruzaba los duros pero hermosos desiertos, se me ocurrió una cierta línea de la canción de Woody Guthrie”, se puede leer en una de las publicaciones que llegó a escribir James a través de Facebook.
Lamentablemente el hombre no soportó las altas temperaturas de Estados Unidos – que han llegado hasta los 45 grados centígrados – por lo que sufrió una combinación de golpe de calor y deshidratación, hasta finalmente morir.
Ila Hendricks y Ruth Hendricks Brough, hermanas de la víctima, mencionaron que James, quien solía ser llamado con cariño como ‘Jimmy’, fue encontrado por los guardabosques que se encontraban en el Parque Nacional Arches. A estos les había parecido extraño el encontrar un auto en el estacionamiento de un sendero.
Además, los encargados habían sido informados de la presencia de James, ya que este debía regresar el 1 de agosto, pero al ver que no cumplió con el plazo programado fueron en su búsqueda, hallándolo a unos cuatro kilómetros de donde estaba su auto.
Sus hermanas han dicho que James probablemente hizo una larga caminata desde el 29 de julio, último día que se le vio con vida, y posteriormente murió al continuar con su viaje, el cual comenzó solo con el propósito de esparcir las cenizas de su padre en uno de los paisajes más pintorescos de Estados Unidos y que él solía amar.
MRG