WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso nuevas sanciones a Rusia en relación con el envenenamiento en 2018 de un ex espía ruso y su hija, una medida que un legislador ruso dijo el viernes que dificultará aún más la normalización de las relaciones bilaterales.
La noche del jueves, Trump emitió un decreto que impone otra ronda de sanciones contra Moscú, que ha negado su implicación en el caso del espía.
En marzo de 2018, Serguei Skripal, un exagente de inteligencia militar ruso que se convirtió en doble espía para Gran Bretaña, y su hija que lo visitaba, Yulia, fueron encontrados inconscientes en la banca de un parque en el pueblo británico de Salisbury después de haber sido expuestos a la neurotoxina novichok. Pasaron días en condición crítica, pero sobrevivieron.
Un policía también se enfermó y, pocos meses después del ataque a los Skripal, un hombre local que encontró una botella de perfume que contenía rastros de la neurotoxina, se enfermó gravemente y su novia, Dawn Sturgess, murió tras ser expuesta accidentalmente a la sustancia.
El envenenamiento provocó un enfrentamiento diplomático en el que cientos de enviados fueron expulsados tanto de Rusia como de países occidentales.
“La introducción de nuevas sanciones contra Rusia por parte de Washington no sólo vuelve más hipotética la posibilidad de normalizar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, son el ataque más reciente en las relaciones internacionales en general y en la estabilidad estratégica en el mundo”, dijo Frants Klintsevich, miembro del comité de defensa y seguridad de la cámara alta de Rusia, cuyos puntos de vista suelen reflejar la ideología del Kremlin.
Legisladores en Washington han presionado a la Casa Blanca para que imponga más medidas punitivas contra Moscú.
A principios de la semana, el representante Eliot Engel, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, y el representante Mike McCaul, el republicano de mayor jerarquía en el panel, escribieron en una carta a Trump que estaba obligado por ley a imponer una segunda ronda de sanciones.
Estados Unidos impuso la primera ronda después de que el secretario de Estado determinara en agosto de 2018 que el ataque se apegaba al estándar de un ataque con armas químicas bajo la ley de control de armas químicas y biológicas. Los congresistas dijeron que aquellas primeras sanciones “en gran parte impusieron penalidades que Estados Unidos ya había implementado, como acabar con la asistencia extranjera y venta de armas al gobierno ruso”.
Los congresistas dijeron a Trump que era necesario imponer una segunda ronda después de que el Departamento de Estado determinara en noviembre de 2018 que no podía certificar que Rusia no estuviera involucrado en dicha actividad. “Lo exhortamos a tomar medidas inmediatas para que Rusia sea totalmente responsable por su insolente uso de armas químicas en Europa”, escribieron.
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