Ordenan a Texas que traslade las barreras flotantes que se instalaron en el Río Grande para impedir que los migrantes crucen ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, una victoria provisional para el presidente Joe Biden, cuyo Gobierno demandó al estado.
El juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos David Ezra emitió una orden judicial preliminar en Austin que obliga a Texas a trasladar las boyas, actualmente cerca de la ciudad de Eagle Pass, a un terraplén en el lado tejano del río antes del 15 de septiembre.
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El Gobierno de Biden argumentó en un recurso legal que la barrera obstruye ilegalmente la navegación por el río y se instaló sin permiso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos.
Por su parte, el Gobierno mexicano reconoció la decisión preliminar del tribunal estadounidense y reiteró "la urgencia de retirar de manera definitiva las boyas en nuestra frontera compartida", en una publicación de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la red social X, antes conocida como Twitter.
La administración del país lationoamericano había enviado en junio una carta diplomática a Estados Unidos oponiéndose a barrera flotante, alegando que viola un tratado de aguas entre ambas naciones y autoridades del país alegaron que ésta podría estar invadiendo territorio mexicano.
Ezra afirmó que las boyas "ya han supuesto una enorme tensión en la relación entre Estados Unidos y México", y citó las tensiones como ejemplo del daño que podría causar la barrera si se mantiene inamovible mientras avanzan los litigios.
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La sentencia supone un revés para el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, que sostiene que el demócrata Biden ha sido demasiado indulgente con la seguridad fronteriza, ya que en los últimos años se ha detectado un número récord de inmigrantes cruzando ilegalmente.
Las boyas flotantes son una de las múltiples estrategias que Abbott ha puesto en marcha para disuadir a los migrantes, como también lo son los rollos de alambre de espino colocados a lo largo de la orilla del río.
"El gobernador Abbott anunció que no estaba 'pidiendo permiso' para la Operación Estrella Solitaria, el programa anti-inmigración bajo el cual Texas construyó la barrera flotante [...] Desafortunadamente para Texas, permiso es lo que exige la ley federal antes de instalar obstrucciones en las aguas navegables de la nación", escribió Ezra en una orden de 42 páginas.
Texas apeló inmediatamente el fallo ante el Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito de Estados Unidos, de tendencia conservadora, y la oficina de Abbott dijo que estaba dispuesta a llevar el caso ante la Corte Suprema si fuera necesario.
"Nuestra batalla para defender la autoridad soberana de Texas para proteger vidas del caos causado por las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden no ha hecho más que empezar", dijo la oficina del gobernador en un comunicado.
JB