Estar en la boda de un ser querido, sin duda, es un hecho importante en la vida de varias personas. Tal es el caso de Amanda Sesio, quien tomó un avión a Los Ángeles para presenciar el casamiento de su primo pero no imaginó que terminaría inconsciente por casi dos semanas y con una deuda de 230 mil dólares.
La joven de 23 años, asistiría a una boda el 2 de julio y tras varias horas de vuelo pudo llegar a Los Ángeles. Sin embargo, Amanda sintió fuertes escalofríos y un cansancio extremo cuando bajó del camión que la llevaría hasta Santa Barbará, donde se hospedaría.
Amanda no le tomó importancia, ya que asumió que dichos malestares se debían a las constantes horas de vuelo. Pero pronto empeoró, padeciendo dolor de espalda y pecho, así como falta de oxigenación. Además, en los días posteriores, necesitaba dormir al menos 12 horas al día y aun así, se sentía exhausta y los malestares continuaban
El 1 de julio, Amanda fue de emergencia al hospital más cercano de donde se hospedaba y fue allí que le dijeron que su salud estaba delicada.
“No podía caminar, me arrastraba. No podía levantar los brazos y dormía sentada todas las noches porque resultaba doloroso acostarse”, narró Amanda para el medio australiano 7News.
Después del examen médico Amanda no recuerda nada, ya que perdió el conocimiento y fue llevada de emergencia a terapia intensiva, donde necesitó de soporte vital y ventilación mecánica. Permaneció de aquella forma por al menos 15 días.
De acuerdo con la joven, estaba infectada de neumococo, una bacteria que se transmite a través de la saliva y que provoca neumonía. Pero en el caso de Amanda, los síntomas empeoraron por una insuficiencia respiratoria, una infección en la sangre y agua en los pulmones.
Y aunque los médicos consiguieron salvarle la vida, ahora ella y su familia enfrentan una deuda de 230 mil pesos, ya que la joven jamás obtuvo un seguro de viaje.
Actualmente la familia de Amanda busca cómo cubrir los gastos de hospitalización, sin embargo, no han estado solos porque el caso de esta joven llegó a los oídos de otras personas, quienes le han donado 21 mil 300 dólares.