Las familias rusas que escaparon de su país, cuando la invasión comenzaba en Ucrania, se encuentran viviendo en un campamento improvisado en la ciudad de Tijuana, en México, en la frontera con Estados Unidos, mientras esperan que los estadounidenses les brinden hospicio.
Adultos mayores y niños se instalaron a un lado del cruce peatonal de la Garita San Ysidro, que une con Tijuana, en Baja California, con la ciudad estadounidense de San Diego. Utilizan sus maletas para marcar el espacio que corresponde a cada familia. Además, no pueden entrar a sus cuentas bancarias debido a las sanciones internacionales contra Rusia, por la invasión de Ucrania, y el dinero en efectivo que tenían se les termina poco a poco.
De acuerdo al gobierno local, hay 35 personas que confirman haber llegado en avión, y que deben esperar a que las autoridades estadounidenses tramiten su ingreso, así como el resto de los migrantes, que en su mayoría son de Centroamérica. Sin embargo, Estados Unidos dan paso inmediato a ucranianos.
Una de las jóvenes rusas que se encuentran esperando, mencionó que sentía impotencia acerca de las detenciones que sufren sus connacionales tras haber protestado contra la invasión de su país a Ucrania. También añadió que no pueden volver a Rusia, y sin ninguna fuente de ingresos estable.
Mujer rusa con tres hijos espera ingresar pronto a Estados Unidos
Irina Zolkina, es una mujer rusa de 40 años que escapó con sus hijos de 18, 10 y tres años de edad. Salió de Moscú el 3 de marzo para dirigirse a Uzbekistán, en donde tomó un vuelo a Cancún, Yucatán, en el este de México, a donde dice que arribó el 14 de marzo.
Tres días después llegó a Tijuana, y desde entonces duerme en el suelo con sus hijos, a los que no pierde de vista ante la criminalidad que sufre esta región, debido al narcotráfico.
No obstante, Irina confirmó que continúa a la espera de que Estados Unidos les permita el acceso para ofrecer un mejor futuro a sus hijos. El gobierno local panea llevarlos a un lugar seguro, probablemente a albergues para migrantes, de acuerdo al secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Fernando Sánchez.
AA