Fiscales de Alemania que se encuentran investigando casos históricos de abuso sexual por parte del clero en la arquidiócesis de Múnich, mencionaron que primeramente indagaron al difundo papa Benedicto XVI bajo sospecha de ser cómplice del abuso, pero después dejaron la investigación.
Los fiscales de Múnich analizaron 45 casos de posibles irregularidades por parte de funcionarios de la iglesia que surgieron de un informe acerca de cómo la arquidiócesis manejó los casos de abuso entre 1945 y 2019.
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En aquel entonces, el cardenal Joseph Ratzinger, fue arzobispo entre 1977 y 1982, y el informe de un bufete de abogados encargado por la arquidiócesis y publicado en enero de 2022, criticó su manejo de cuatro casos durante ese tiempo.
Benedicto XVI, quien murió en diciembre casi 10 años después de su retiro como papa, pidió perdón por cualquier “falta grave” en su manejo de los casos de abuso, sin embargo, negó haber cometido algún delito personal o específico.
De acuerdo a los fiscales, en ese momento, tres gerentes de personal de la iglesia vivos, fueron incluidos como sospechosos durante un tiempo en su investigación, según la agencia de noticias alemana DPA: eran Benedicto XVI, el cardenal Friedrich Wetter, su sucesor en Múnich, quien sirvió de 1982 a 2008; y Gerhard Gruber, ex vicario general.
Los fiscales mencionaron que los procedimientos fueron archivados con el tiempo, ya que no consiguieron presentar una sospecha de acción criminal suficiente de ninguno de los tres. En los dos casos en los que se examinó la probable participación de Ratzinger fue por prescripción, así como las posibles acusaciones de encubrimiento.
Como cardenal en Roma y como papa, Benedicto XVI hizo más que nadie antes que él para cambiar el rumbo del Vaticano acerca del abuso sexual del clero, fomentando cambios revolucionarios en la ley de la iglesia para hacer más sencilla la expulsión de los sacerdotes depredadores, sin embargo, todavía faltaba mucho por hacer.
AA